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Inosuke tomaba la única sabana en la cama con fuerza. Temblaba de frío. Sus huesos dolían, todo dolía, incluso respirar. Un calor suave se pego a su espalda y unos brazos lo envolvieron. Antes de reaccionar, el frío comenzó a menguar poco a poco.
-Está bien, está bien-Repetía Aoi, acariciando el cabello del jabalí y suspirando. Su cuerpo desnudo, tan blanco que resaltaba con la luz de la luna.
-Estas cálida - Inosuke tomo las manos de Aoi y las colocó en su cara-Tu piel es deliciosa-
Aquellas palabras sonrojaron a la chica. Movía sus piernas un poco incómoda, el chico era algo alto y tenerlo de cucharilla de aquella forma la hacía estar destapada y el frío de la madrugada le pasaría factura.
-Quiero girar-
-¡No! Yo estoy... Estoy... -
-Desnuda lo sé, solo quiero estar cómodo Aoi, cierro los ojos-
-Cierralos -
Inosuke cerró sus párpados y giro lentamente para poder ponerse frente a la chica. Esta, con mucho cuidado, acomodo los cabellos fríos del jabali. Lo tapo y se cubrió mejor con la sábana. Jalo una cobija más, solo para que ella no perdiese temperatura.
El chico se acomodo para abrazar a la chica, sintiendo sus senos sobre su pecho. Eran jodidamente suaves y redondos, su aspecto animal lo animaba a jugar. Sus manos recorrían el valle del trasero de Aoi, dando leves caricias a los glúteos firmes y grandes, como sus caderas.
-Creo no puedes ver nada, ya puedes abrir los ojos-
Inosuke río. Aoi era tan ingenua. No necesitaba los ojos para ver, su talento de tacto sobrenatural le dibujaba un mapa correcto del cuerpo de la chica. Abrió los ojos para perderse en los azules de Aoi, embriagado de su dulce aroma.
-Me siento mejor-
-De-e esta manera conservaras mejor el calor-
-No cuestiono el método porque los resultados son obvios-
Las manos de Aoi estaban quietas en la parte abdominal del Hashibira. No quería hacer ningún moviento porque le estaba encarcelando tan duro que podía sentir todo, absolutamente todo. Así se quedaron un rato, Aoi pensaba que Inosuke se había quedado dormido, pero al subir la cara encontró a un interesado jabali.
-Tócame, yo te estoy tocando-
-No... Yo, lo hago por tu bien-
-Que me toques también me hará entrar en calor por la fricción-
Aoi se sorprendió por ese pensamiento y entrecerro los ojos. Sus manos comenzaron a acariciar el abdomen de Inosuke causando que soltara un leve gemido. Ambos unieron sus bocas en un beso, lento, mordiendo labios, jugando con lenguas, investigando la boca del otro.
La ventana se vistió de vaho. La habitación subió de temperatura al grado que la cobija que Aoi había tomado para si, ya estaba tristemente tirada en el piso. Ambos separados por un hilo de saliva en unión, jadeantes y acariciando lo que tenían al alcance.
-Escucha - Dijo Inosuke moviéndose un poco al oído de Aoi- se pone duro y se levanta -
Las piernas de la chica temblaron al escuchar esas sensuales palabras. Trago duro, si tiendo el miembro de Inosuke bastante interesado en el momento recargado en el estómago de Aoi. La peli negra mordió su labio inferior no sabiendo como actuar.
-Solo contigo pasa-Gruñó el jabali-me duele si esta así pero no puedo evitarlo-
-Tu... Ya lo habías experimentado-
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Diferente
FanfictionAoi e Inosuke son tan diferentes. Pero aquellas diferencias los hacen un igual. El descubrimiento de chicos normales dentro de la guerra de demonios los puede poner en duda, pero siempre es divertido descubrir.