Alerta. Hay un nuevo integrante que puedes ser tu ^^ espero les guste nuestro personaje.
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-Me encanta venir a la finca mariposa-La chica mordió su labio de abajo mientras movía sus piernas-y más si es en secreto - susurró.
Aoi necesitaba plantear la cuestión de Senjuro y las trillizas con alguien cercano a Rengoku, pero no tan directo. Quería saber cómo actuaría. No deseaba hacer un gran problema, así que Kureiji era la indicada.
Kureiji era el pilar de la locura, apenas se incorporó a la sociedad de cazadores. Rengoku la entrenaba y se enamoraron, ahora están prometidos. Era una chica muy amable, solo que su estilo era demasiado hardcore al momento de pelear.
Vestía el atuendo de cazador con una short a medio muslo, botas negras con ligero tacon y largas hasta arriba de la rodilla, llena de cadenas que era sorprendente el sigilo que tenía pues jamás las oias tintinar si ella no quería.
Un haori rojo intenso la cubría. El cabello lo llevaba oscuro, en rulos y cortado de forma irregulares. La primera capa de su melena estaba muy corta mientras la última le llegaba a la cintura. Tenía un moño negro que sujetaba su flequillo igual de irregular hacia un lado. Un collar negro con detalles metálicos y muchas pulseras coloridas en sus muñecas.
Más su melena era lo que más dañaban en las peleas. En su cinto blanco un cuchillo morado con una empuñadura en espiral era su arma. Le gustaba despellejar y jugar con los restos de los demonios, su cuchillo era perfecto para quitar tira por tira las capas de la piel en el cuello de los demonios, lo hacía a velocidad rayo.
-Tres... ¿Tres que?... Ah... Oh- comenzó a decir de la nada Kureiji mirando a Senjuro y las trillizas - intenso... -
Algunos creían que era ezquisofrenica, pero en realidad llegaba a leer ligeramente las mentes de los demás, por lo que estar entre multitud la ponía nerviosa, menos con conocidos, entonces estaba bien. Era muy comprensiva pero también tenía el talento de saber como se siente los demás, empatia.
-Onesama, ¿que opinas? -
-Mm... No estoy segura Aoi linda, pero necesito más contexto del asunto y decir algo que todos pensamos-terminó con una sonrisa.
Senjuro contó que había conocido a las trillizas una vez que fueron al pueblo. Eran tan encantadoras que se enamoro de ellas, lo sabía porque había visto a Rengoku con la pilar de la locura. No quería a una, quería a las tres y no pensaba cambiar de opinión. Las tres niñas afirmaron que no les importaba compartir al chico porque el era especial con cada una pero igual con todas.
-Bueno... - la chica abrazo sus piernas y miró alrededor-hay muchas opiniones aquí-
Y si, detrás de los lavaderos había sido la reunión para el caso. Tanjiro, Zenitsu, Inosuke, Senjuro, las trillizas, Aoi y Kureiji hacían un círculo sentados en el suelo. Era el único lugar de la finca que Shinobu no solía recorrer y era un asunto grave.
-Rengoku solo querrá matar a alguien, y todos sabemos a quien - canturreo muy divertida- pero lo entenderá, si Senjuro sabe a lo que se enfrenta con un matrimonio triple. Tal vez no está consciente de la situación-
-Pero el sentimiento-Dijo Sumi de forma tímida y jugando con su mandil. Senjuro tomó su mano de forma amable dándole ánimos-el sentimiento, ¿es malo? -
-No lo sé, son pequeños-Kureiji miró el cielo y un cuervo con algunas plumas faltantes llegó a su hombro. La pilar le susurro algo y este se fue volando de manera ansiosa-Se quien puede ayudarnos - alzó la mano de manera emocionada.
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Diferente
FanfictionAoi e Inosuke son tan diferentes. Pero aquellas diferencias los hacen un igual. El descubrimiento de chicos normales dentro de la guerra de demonios los puede poner en duda, pero siempre es divertido descubrir.