Beomgyu abandono a su Omega por la fama, sin saber que Taehyun estaba esperando un cachorro suyo, rompió comunicación, relación e incluso su lazo, pero ahora que entendió sus errores y lo volvió a ver quiere recuperarlo, pero no será fácil por qué T...
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-¿El parqué? -pregunto Huenigkai, con el ceño fruncido y una mueca de confusión-
Jeongin asintió sin muchos ánimos, sentandose en el piso de la sala de práctica mientras sujetaba su botella de agua, tomando de ella como si se fuera a acabar. El Omega tenía mucho que razonar sinceramente, y el hecho de estar a 24 horas de salir a una cita con Choi Beomgyu le causaba un dolor en el estómago y no exactamente de felicidad, ese inútil solo buscaba cualquier escusa para intentar recuperar a Taehyun y Jeongin ya no sería más aquel plato de segunda mesa.
Huenigkai de pie frente a el tan solo se resigno a seguir practicando con las justas críticas de Yeonjun, últimamente no se había concentrado tanto en las instrucciones del coreografo que llegó a olvidar algunos pasos por completo, bailando como un pollo empaquetado en un congelador, además, ese día sería un evento del día de muertos en el departamento de su grupo, eso debía estar a más tardar a las diez de la mañana, eran tan solo las siete, tenía tiempo de practicar y darse una ducha. Félix y HyunJin se habían quedado en el departamento, preparado la comida con ayuda del pequeño Riki, Beomgyu estaba en quien sabe dónde y la "parejita" se encontraba en la cafetería del edificio, originalmente Soobin iba a practicar sin embargo se había dejado llevar por el deseo de darle una linda mañana a su novio.
Nadie podía quejarse sinceramente, Jungwon tenía la marca de Soobin desde la madrugada de ayer, por lo que tenían derecho de pasar unas horas juntos sin previo aviso, el Alfa ya era un adulto, media sus decisiones y Yeonjun a pesar de odiar al Omega confiaba en que su líder cuidaría de Jungwon quien seguía siendo un niño.
-No se que trama Beomgyu, pero no me da buena espina -solto el Alfa, mirando a Jeongin atra vez del espejo- ¿Gano con trampa no es así?
El Omega desvío la mirada, sonrojado de la vergüenza, por qué Beomgyu no solo le había obligado a salir con el al ganar, le había humillado.
Siempre se considero un gran ganador en el ping pong, apostando y ganando incluso hasta los días de descanso de sus compañeros de grupo, sin embargo, sabía que eso no le iba a durar por mucho y algún día alguien le ganaría, lo malo, es que Beomgyu era esa persona que le había ganado con una apuesta no tan convincente.
La puerta de la sala de abrió de golpe, resonando en todo el lugar y provocando un gran susto, Yeonjun miro al pelinegro con aparente molestia, cruzándose de brazos al ver a Beomgyu llegar detrás del joven no tan agradable a su parecer.
-¿Qué es lo que haces aquí SungHoon? -pregunto Huenigkai, con una sonrisa- ¿Buscas a Niki?, El no está aquí.
SungHoon negó, con el pánico adornando sus facciones, temblando levemente mientras sujetaba su teléfono con la mano temblorosa.
-Sal antes de que llamemos a seguridad -advirtio el rubio, con el asco bañando su voz- no lo diré dos veces, así que vet-
-Park SungHoon!!!-nombro HeeSeung, con la voz ronca e ingresando a la habitación, mirando detenidamente al Alfa de cabellera negra. No espero más, simplemente se hacerco con pasos certeros, escalofriantes.- dame ese teléfono, ¡¡Ahora!!
