Capítulo 55

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Jimin:


El calor en mi cuerpo es algo completamente indescriptible. Una sensación única donde la adrenalina y la vergüenza bloquean por completo la mente dejándola llevar por una marea de locura, de deseo, de querer más. Es increíble, aún lejos se sienta tan cerca, tan bueno... tan placentero.

Mis jadeos salen desesperados, necesitados de mi garganta mientras mis dedos bombean fuertemente mi interior, restregándome contra las colchas mordiendo las sábanas y empapado de sudor. Los saco y los meto velozmente, dándome una que otra palmada que me hace chillar de dolor y de placer conforme más rápido los voy movimientos, restregándolos una y otra vez sobre mi punto dulce.

No me importa en ese segundo. Lo único que deseo es llegar, mi erección duele pero aún así no me atrevo a tocarla, quiero llegar sin tocarla solamente a través del estímulo que me estoy dando atrás. Y sé que cuando finalice será una vergüenza, ¿pero y qué? ¿Nos extrañamos? ¿No podemos vernos? Encontraremos otras alternativas.

Justo como la que estamos haciendo ahora.

Escucho igualmente los suaves y roncos jadeos de Yoongi del otro lado, susurrando mi nombre tan suciamente que me revuelco de dolor en las sábanas por no tenerlo aquí conmigo. Un dolor en mi pecho que me nubla el placer para atormentarme con miles de gritos en mi cabeza. Y lo veo. Y lo huelo, y me observa, y me besa.

Y mi cabeza se vuelve un caos. Un completo caos mientras doy duras estocadas con mis dedos hundido en la miseria de mi mente. El placer en mi cuerpo en una pelea con el ardor de mi alma, el ácido y ronco raspón de mi corazón y alma, aquel estrujo que te abre, aquel rasgamiento sin piedad que me hace ir más rápido para reemplazar todo ese dolor en rabia, en un deseo pasional de querer más, un castigo, un desahogo fuera de control para no sentir aquel ardor. Aquel ardor que se va abriendo e intensificando matándome lentamente.

Me veo en la escuela, todo ataca. lo veo a él, aparece en mi mente, sus sonrisas, aquellos golpes, nuevamente mis súplicas, cuando era un niño, el beso en el baño, los abrazos de Jungkook, los besos de mi madre, las peleas, los gritos, las maldiciones, los cortes en mi muñeca, las depresiones, mi piel abriéndose, mis gritos de placer, mis gritos de dolor, atado a la cama, suplicando frenar, suplicando más, corriendo en la calle, los besos de Mingyu, los besos que nos dimos, las caricias, la cena, los tiroteos, la bañera empapada de sangre, más gritos, más placer, más dolor...

Termino mordiéndome con tanta fuerza que no tardo en sentir las gotas de sangre brotar de mis labios. Tiro de ellos y jadeo más fuerte, lanzándome de costado y apretando mis ojos tan fuerte como puedo. Mi mente se bloquea y cuando entro en razón siento un golpe interno, un puñetazo que me saca el aire y me hace chocar con la razón. La razón... ¡la razón que siquiera entiendo! ¡¿Qué es todo esto?!

Llego un orgasmo violento, cargado de ira y amargura. De vulnerabilidad, fragilidad e impotencia. Un grito de mi cuerpo que disfruta el rabia, que disfruta el dolor que provoca, que adora sentirse aplastado, estrujado, desgarrado, pateado, escupido, arrancado, desangrado y ardiente. Y es una maldita locura.

—  Yoongi... —  Mi voz duele al salir. Mi cuerpo aún está dando espasmos y mis dedos en mi interior, haciendo presión en mi próstata y soltando gemidos cada vez más agudos.

Me libero por completo cerrando mis ojos con fuerza, sintiendo el cosquilleo y la ola de tranquilidad recorrerme. Aquella calma, la respiración agitada, mi cuerpo brincando periódicamente en la cama, escuchando la respiración agitada de Yoongi del otro lado.

Y puedo verlo, imaginarlo, acostado en su cama mordiendo sus labios con los ojos cerrados. El teléfono en una mano, su otra libre rodeando su miembro dando un masaje en su glande que lo hace expulsar semen, brotando coquetamente de la cabeza para resbalar hasta sus testículos y caer en la colcha.

INNOCENT - yoonmin [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora