SUPUESTO CABALLERO.

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De vuelta en casa, María no deja de pensar en lo ocurrido, en que Pablo estuviera ahy y esta muy segura de que es ella de la que hablaba, sobre lo que el destino la aguardaba.

Pero como afrontar que las personas a las que quieres, te ocultan cosas y te huyen.

No me voy a resignar a esperar.

Muy decidida, va en busca de Pablo, ya no queda nadie en la calle, esta desierta y hace mucho frio menos mal que coji un abrigo azul marino largo. Sabe que es tarde para ir a su casa pero esta decidida a enfrentarle, no se va a quedar con las ganas de saber.

Lo que le da miedo es sucumbir a esa mirada tan tierna y esos labios que desea, y ese cuerpo tan perfecto en el que le gustaria perderse y no volver a encontrarse nunca. Y así olvidar lo que de verdad ha ido hacer.

No quiere que le ponga la cosa facil, en realidad le gustan los retos.

Pablo que esta asomado a la ventana, la ve llegar.

Sabe a lo que viene, pero el tiene otros planes , asi que decide bajar y recibirla como es debido.

Pablo espera en el marco de la puerta de la entrada a que María de los ultimos pasos para llegar a su lado.

—Hola María ¿como tu por aqui? ¿y a estas horas?— dice Pablo apoyado en el marco de la puerta.

—¿Y tu que haces ahi en la puerta?— dice María.

—Te vi venir y sali a recibirte, como caballero que soy— dice Pablo con una sonrisa en su rostro.

—Tan caballeroso que se supone que eres, invitame a entrar hace mucho frio— dice María con picardia.

—Claro, pasa. Como en tu casa— dice Pablo apartandose para dejarle pasar— ¿Que te trae a mi casa?

—Tú— dice María mientras se sienta en el sofa y con media voz.

—Me lo suponia— dice Pablo con aire altivo.

Estaba muriendo de vergüenza, habia ido muy decidida, pero toda su valentia se esfumaba a su lado, se volvia como un conejito , totalmente indefensa.

El mientras ella pensaba se sento muy cerca de ella, que podia notar su respiración tranquila en comparación a la de ella tan agitada.

—¿Estas nerviosa?— dice inquisitivo.

—En absoluto— dice ella muy segura o intentando parecer serena.

—Se que te pongo nerviosa.

Le empezaron a sudar las manos. Se queda en silencio buscando la mejor respuesta, el esta tan cerca que ni siquiera puede pensar con claridad, se siente mareada.

Entonces el , le acaricia la pierna y dice—Sabes que me encantas y si no quieres que ocurra nada sera mejor que te vayas no se cuanto tiempo podre soportar tenerte tan cerca- le dice cun una mirada lasciva.

Ella sabe que no debe pero quiere que pase, tiene miedo a las consecuencias, quiere irse pero su cuerpo no le responde, quiere mas caricias y besos.

El mientras le sigue acariciando la pierna buscando una respuesta que parece que no llega.

 LEYENDA DE LA LOBA BLANCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora