50 (final)

16.1K 745 105
                                    

Era una horrible manera de expresarme en este lugar pero no me importa. Mi trasero se sentía incómodo con este estúpido traje. Protesto en la habitación de hotel mientras arreglo el vestido y aplico un poco de maquillaje a mi rostro.  No podía demostrarle a esos dos que me habían ganado. No podía demostrarle a él , lo vulnerable que me siento ahora mismo y las ojeras claramente en mi rostro pero gracias al maquillaje  ya no están.



-¿Puedo pasar?



Desvío mi mirada a mis espaldas para solo encontrarme con el molesto rostro de Bryan.  Él parece tan irritado como yo y no puedo evitar sonreír por eso. 



-¡Parece que alguien no quería venir a la boda! - Canturreo mientras tomo asiento en una orilla de la enorme cama de hotel  , y me dedico a arreglar mis tacones. 



Estaba sorprendida , lo estaba haciendo muy bien , al menos eso creo.



-¡Y tu estás encantada de estar aquí! - Mi imita y toma asiento a mi lado con una falsa sonrisa.



Respiro hondo y aguanto mi nostalgia para luego. Sonrío y volteo a ver a el chico más molesto de este planeta.



-¿Por que no te vas a follar a...



-¡Eres tan simpática! - Pellizca mis mejillas provocando que un gruñido se escape de mis labios. -Eres tan jodidamente hermosa...y si...dije jodidamente.



Rodo los ojos y me salgo por completo de su alcance. ¿Por que nunca lo entiende? Él no es mi tipo , nadie lo es , solamente...Marcel pero eso es ya imposible.



-Ya no tendrás que continuar con tus amenazas. - Suelto una risita y observo mis nuevos zapatos plateados.   Mamá insistió y al final terminamos comprándolos solo por que «Me lucían perfectos»  para mi solo eran unos tacones plateados.



-¿Que? 



Me toma de sorpresa tomándome de mi cintura y acercando nuestros cuerpos. Su horrible perfume choca contra mi rostro  provocando que comience a toser como una verdadera demente.



-Solicite para la universidad del sur en California.  



-¿Los Ángeles? - Susurra sin deshacer la conexión de nuestras miradas en ningún momento. 



-Si...necesito...un tiempo sola. - finjo una sonrisa como por milésima vez en toda la semana.  Espero que no pueda notar el maldito dolor que eh intentado ocultar todo este tiempo. 

El es mi daddy. Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora