𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑽: 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬.

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Durante unos largos diez minutos Alexander escuchó a su padre regañarlo y reprocharle su incompetencia, su paciencia comenzaba a agotarse, se preguntaba cuanto más podria soportar, tampoco entendia el porque de su actitud incluso el hombre también intentaba interrogar a Louis preguntando por su comportamiento, eso le molestaba demasiado, su padre lo trataba como si aun fuese un adolecente problematico al cual debia controlar, tal vez no lo notaba pero el nisiquiera era un adolecente y mucho menos problematico.

—¿Y la comida, de que se alimentan?, porque nunca antes los vi en el salón cenando, como lo hacemos todos. No pueden vivir de delivery, esa es comida chatarra.—Otro reclamo de Bruce, quien quería encontrar algun defecto.

—No tienes de que preguntarte, Alexander es bueno cocinando, prefiere cocinar la cena él mismo.—Respondió Louis—Siempre comemos saludable y temprano.

Alexander se cruzó de brazos victorioso y le sonrió a su padre.

—¿Lo ves?, soy un buen dueño.—Dijo burlón a su padre.—Soy perfecto, no puedes encontrarme defectos padre. Mírame.—Dio una vuelta mostrando todo su cuerpo con los brazos abiertos. Bruce frunció el rostro mientras que Louis sonrió.

—Pero un mal amigo, pésimo.—Contestó descontento. Ambos chicos lo miraron atentos.—No deberías tratarlo de esclavo aquí adentro, Louis siempre a sido un gran amigo Alexander, un hijo para mi y hermano para ti.

—Lo siento.—Suspiró Alexander, su padre logró hacerlo sentir mal y culpable.—Louis sabe que no lo decía en serio.

—Bruce, está bien. Alexander está bien.—Comentó Louis para apaciguar. Se ganó la mirada del ojiverde de reojo, internamente sonreía luego de escuchar las palabras de Louis.

Al final su padre no tenía mucho de lo que protestar, mucho menos con el ojiazul queriendo defenderlo todo el tiempo, manejando la situación que tanto ponía al Príncipe incómodo. Estaba comenzando una relación con su padre, le agradaba pero no podía encontrarse cómodo y con confianza del todo, no lo acostumbraba y la situación no era exactamente ideal de padre e hijo, no estaban hablando de una cena o sobre un partido de fútbol, era la mafia y eso ya era lo principal que hacía todo más allá de lo difícil.

Louis se encargó también de poner el agua a calentar y preparar unas tazas de té, sabiendo que ello relajaba a Alexander y le daba más tranquilidad para esos momentos donde se sentía incomodo y sobrepensaba. Ahora los tres tomaban de su respectiva taza de té  y aunque hace poco minutos reinaba el silencio entre ellos Bruce no dejó que eso siga transcurriendo de esa forma.

—Estas extraño Rider, ¿que te ha hecho mi hijo? ¿Como ah podido?.— Dijo Bruce, Suspiró y miró al muchacho mencionado como si no lo reconociera. Louis río negando su cabeza ante el comentarios, sabia perfectamente a lo que se referia ya que el pensaba constantemente lo mismo, ¿Que fue lo que Alexander le hizo?.
— Eras un desastre.
Louis comenzó a reírse nervioso.
—Estas irreconocible.

—Creo que estas exagerando.—Dijo Alexander, dejó su taza de té cuando lo dijo, comentando aquello con fines de defender a su amigo.

—Chico, tu no has visto lo que él gran duque Rider era, el rey de la fiestas.—Respondió su padre, sonriendo por sus recuerdos.

—Yo diría el alma de la fiesta mejor.—Acotó Louis con una mueca alardeadora.

—Fiesta tras fiesta, tras otra fiesta, con ojeras en su rostro de alimentación base a alcohol, drogas, cigarrillo y sexo. Tu buscabas a Louis y lo veías siempre de fiesta, siempre, y si no lo veías es porque estaba fornicando por ahí. Todo un galán y un gangster.—Bruce reía.—Míralo ahora, tomando su tácita de té, tan bueno... definitivamente algo le has hecho, lo obligaste a cambiar. Domaste al gran Louis Rider hijo.

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2023 ⏰

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