Eᴺᵀᴿᴱ ᴱᴸ Cᴵᴱᴸᴼ ᵞ Eᴸ Iᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ. ~terminada~

Aquel Bar Nuestro

No podía creer que una mujer como ella estuviera en mi cama, insaciable, sexy y totalmente hermosa de pies a cabeza, su persona me atrapó apenas cruzó la puerta del lugar en donde trabajo como cantante.

Alta, de ojos claros, pequeñas pecas que estoy recién notando en sus pómulos y tabique, su cabello castaño claro y labios gruesos pero no en exceso, esos labios que no podía detenerme a besar, y que por lo demás sabían bastante bien.

Toda la noche tuvimos sexo enloquecido, las mujeres con las que he estado nunca me hacen competencia, mi miembro es de esos que es difícil bajar apesar de tener varios orgasmos, pero ella, no se detuvo hasta cometer su cumplido y dejar mi falo sin fuerza, en pocisiones que ninguna me permitía, sexo oral y sexo anal que me complacía completamente, y bueno, ella también lo disfrutaba, la sentía apretarse cada tanto, la sentía vibrar para mi, la sentí en mis manos con su cuerpo hirviendo de satisfacción.

Mi corazón latía con fuerza y cansancio, sudaba por lugares que jamás creí sudar, mi cabello estaba mojado producto de ello, y la respiración totalmente descolocada.

Ella apenas cayó a la cama cerró sus ojos regulando su respiración, las sábanas se pegaban a su cuerpo, ese cuerpo que fue mío por estas horas.

Me gire a ella y la vi con detención, jamás me había llamado tanto la atención una chica, siempre fueron cosas del momento, de esas chicas que solo la utilizas para liberar tus tensiones, pero ella, ella es diferente "¿Qué demonios dices idiota?" Reclama mi conciencia a la que la hago silenciar para enfocarme solo en la persona con la que comparto cama en este momento.

-Flashback-

La vi sentarse en la barra mientras yo estaba en el podio mostrando mi talento, ella en ningún momento me noto, hablaba con Kevin el barista y sonreía hermosamente, al terminar mi presentación baje directo a la barra, ella bebía wisky en las rocas, yo pedí una cerveza, la mire por el reflejo del espejo en frente, estaba hipnotizada en el vaso, jugando con el girandolo, de vez en cuando bebía, dando pequeños sorbos de el.

- Señorita, la están esperando -dijo Kevin y ella bebió a fondo de su vaso.

- Gracias, prepara uno nuevo, vendré en 5 minutos. -respondio moviéndose de su lugar y pasando por mi lado, un aroma invadió mis fosas, una mezcla de flores y frutas, exquisito en realidad.

- No la mires tanto - me dijo acercandose- es peligroso.

- ¿Por qué lo sería? -me volví al frente sonriendo

- Es una larga historia -dijo lamentando lo que me dio más intriga de lo que ella escondía, de quién era.

- No le temo a nada, sabes de dónde me saco el jefe. -mostre mis nudillos aún cicatrizados, pues me dedicaba a peleas callejeras, hacía todo tipo de trabajo con tal de tener dinero en mis bolsillos.

- Lo se, pero mejor mantente al margen -dijo limpiando un vaso.

No me di cuenta de que esos 5 minutos ya habían pasado, al levantar mi cabeza ella estaba a mi lado, lloraba en silencio, Kevin acercó una caja con pañuelos y negó viéndome.

Me levanté y fui una vez más al podio y cante, viéndola detenidamente, quería llamar su atención, quería que me notará, quería ligar con ella, llevarla a mi cama, y de alguna forma hacerla sentir bien, pero no volvió a verme, de seguro me escucho, todos lo hacian, todos volvían a verme, me aplaudían cuando terminaba, todos menos ella, eso me frustró.

- Fue una linda canción -murmuro apenas me senté en mi lugar, sonreí pues cumplí con mi propósito- hizo deprimirme aún más -reclamo

- lo lamento -bebi de mi jarra con cerveza- ¿Por qué lloras?, Digo, si no te molesta. -respiro profundo.