Eᴺᵀᴿᴱ ᴱᴸ Cᴵᴱᴸᴼ ᵞ Eᴸ Iᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ. ~terminada~

facetas.

- Jungkook, el jefe necesita verte- dijo el barista apenas lo vio entrar por la puerta.

-¿Sucedió algo?

- te dije que te mantuvieras al margen de esa chica -advirtio, el chico subió las escaleras y tocó la puerta, apenas entro lo vio frente a la ventana.

- siéntate -dijo seco.

- estoy bien así, señor -puso sus manos en frente y tomo postura rígida.

- ¿Fuiste al ejército?

- si señor...

- trabajas en otros lugares, Jungkook.

- si señor, tengo trabajos de medio tiempo, en sus restaurantes, aquí, y ....

- y en las peleas callejeras. -se giró viendo al chico, el solo asintió - quiero que renuncies a ellos - abrio sus ojos - tengo un trabajo para ti, un trabajo difícil y un tanto delicado.

- lo que ud diga Señor. Aceptaré lo que me pida.

- preséntate en esa dirección el sábado. - entrego un papel- Un tipo te pedirá que seas la sombra de su esposa, tiene la sospecha que le es infiel y quiere alguien que la siga en todo momento, pero...

- ¿Señor?

- quiero que la protejas con tu vida. El jamás debe saber que nos conocemos.

- Señor, no estoy entendiendo bien.

-hace unos años mi esposa firmó un contrato con el mismo demonio, le vendía a mi hija por unos cuantos millones, y si no la tenía en sus manos perdíamos toda la cadena de empresas en nuestras manos. Mi hija decidió aceptar, y desde ese momento me cuesta verla feliz, apesar que sonríe el brillo en sus ojos se desvanecio.

-la protegeré Señor, ud ha echo mucho por mi.

- además del dinero que él te dará, yo te daré más, solo asegúrate de hacer un buen trabajo.

- Señor ¿Como haré para que me contraté a mí y no a otro -el hombre entrego unos papeles.

- enseña este currículum, no todo es mentira, y es un buen antecedente, de lo demás me encargo yo...  prométeme, jurale serle fiel a ese infeliz, pero tú fidelidad entregala a ella.

- lo que diga ...

- una cosa más - levantó la mirada al hombre- la chica de anoche ¿Te gusto? ... Ella, ¿Te gusto?

- Señor....

- Nara, te dirá que y cómo hacer las cosas, ella la protege de vez en cuando en casa, pero, Nara no puede hacer los que tú podrías. Una parte de Lora está muerta, y es que, con todo lo que le ha pasado, ya no cree en la belleza del amor.

- está diciendo....

- es hora que vayas a trabajar, los viernes hay mucho público, actúa muy bien esta noche, es tu última presentación. -el chico reverencio ante el mayor y salio de la oficina con la carpeta en mano y el papel de la dirección en la otra.

Sentado en la barra no dejaba de sacar conclusiones, quizás precipitadas, quizás erróneas, pero de lo que estaba muy seguro que a la hija del hombre que le tendió la mano en un momento difícil no la abandonaría.

Hace unos años, Jungkook llegó a trabajar al restaurant del Señor Keon, había salido hace muy poco del ejército, y no tenía donde ir, sabía que si volvía a su casa mataria a su padre por el hecho de abusar de su madre, era pan de cada día que el se emborrachara y golpeará a la señora Jeon por no darle dinero para su bebida.

Quizás por eso tenía una conección especial con Lora, quizas por eso sentía la necesidad de protegerla, por eso, llamaba tanto la atención aquella chica, además de lo hermosa que era, una parte le recordaba a su madre.