Contrato.

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- voy en camino-

- donde carajos te metiste toda la noche- -grito por el teléfono.

- dije que voy en camino, hablamos en casa -corto molesta, solo le faltaban cuadras para llegar a lo que fuera su castigo por salir sin permiso de el, y no solo eso, si no que alojó afuera.

Su cuerpo tiritaba, preparándose para lo que fuera, bajo del carro y camino a su puerta, entro caso en silencio, esperaba que el de alguna forma se sintiera cansado y se haya ido a dormir pero el mismo diablo lo esperaba detrás de la puerta, y apenas ella ingreso la tomo por sus cabellos, jalando con fuerza, miro la ropa con la que llegaba, acercó su nariz y olfateo.

-hueles a puta- crítico severamente y empujo de su agarre provocando que ella cayera al piso.

- pues si -recrimino molesta - anoche al fin estuve con un hombre de verdad, uno que se preocupó de mí y me dio los mejores orgasmos -se levantó - ¿Sabes que más? -arreglo su cabello- su miembro sabía delicioso -el la abofeteo con fuerza, su labio se rompió producto del golpe.

- voy a enseñarte lo que es un hombre de verdad -quito su cinturón de sus caderas, ella se arrodilló cubriendo su frontal, y azotó unas cuantas veces su espalda hasta que la empleada llegó.

- Señor!! -exclamo logrando que el se detuviera - La Señorita Lee está al teléfono

- si es una de tus mentiras para proteger de nuevo a esta perra te arrepentirás -grito a la chiquilla, ella se acercó y entrego el aparato, el tomo y camino a su oficina, la chica se inclino tomando de la adolorida ayudando a levantarla - corra a su cuarto cierre con llave le llevaré algo de comer más tarde.

Subió las escaleras a duras penas por el dolor, al llegar arriba lo vio salir del despacho y como pudo corrió a su cuarto encerrandose y quitando con cuidado el vestido de su cuerpo, fue a su ducha dio el agua fría y se metió, el temblor era por todo, golpes, nervios, miedo, frío.

Luego de unas horas su puerta fue tocada, en esa tonacion que tenía como contraseña con la chica que trabajaba para ella, apoyo su oído y escucho el susurró de la que siempre la salvaba de los golpes de ese hombre que se hacía pasar por el mejor esposo, abrió inmediato y dejó entrar cerrando con seguro de nuevo, se sonrieron, dentro de ese infierno ella era una luz que la ayudaba en todo, cómplices, incluso se podría decir que mejores amigas.

- come, y luego descubres tu espalda para curarte - dejó una bandeja sobre una pequeña mesa y tomo la cajita del botiquín.

- gracias eonni - llevo un bocado a su boca.

-y dime -susurro- ¿Que tal ese chico que te hizo ver estrellas de orgasmos? -ella río nerviosa..

- es, woao, en todo sentido, es lindo, cantante, fue tan delicado, tan, minucioso, un caballero, me hizo sentir tan bien que me dejó ganas de volver a verlo.

- ¿Y lo harás? -pregunto emocionada.

- no podría, anoche fue tan maravilloso que, si sigo viendolo, si tan solo Joong se entera, si le pasara algo...

- suenas como que ese chico te gusta Lora -volvió a verla asustada

-¿Como crees? ... Dios, apenas lo vi anoche. No te niego era realmente guapo, tenía un cuerpo maravilloso, esos ojos oscuros en los que podía ver mi reflejo perfectamente, sus dientes blanco y el lunar bajo sus labios que me rogaban por más besos...

- te gusta- reclamo tomando de su cabello en una coleta - ese chico te hizo sentir tan bien que te gustó, y será difícil olvidarlo.

- será muy difícil, trabaja en el bar

Eᴺᵀᴿᴱ ᴱᴸ Cᴵᴱᴸᴼ ᵞ Eᴸ Iᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ.             ~terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora