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Abrí los ojos al escuchar unos gritos que provenían del exterior, me queje mientras me acomodaba en la cama. Suspiré, intentando dormir nuevamente. Pero el sonido de esa pelea callejera entre dos idiotas me hizo apretar los dientes de frustración.

Con pesadez, me senté en la cama mientras arreglaba mi cabello. Miré a mi costado, Ryujin seguía dormida. Bostecé mientras salía de la cama, quité las sabanas de mi cuerpo desnudo y con la mirada intente buscar mi ropa que se esparció por la habitación el día anterior.

Si lo pensaba mejor, Ryujin ya no se sentía igual como antes. Tuve problemas al intentar venirme y eso que antes, era mucho más fácil y rápido. Ella se enojó mucho conmigo por eso, ya que tuvimos que hacerlo como cinco veces y ella se estaba cansando. Al final, no logré satisfacerme.

Mi cabeza estaba doliendo, ese chiquillo me tiene loco. Siento que es por culpa de ese rubio bonito que me tiene abrumado- Agh... ¿Por qué tienes que ser tan idiota? –murmuré al encontrar mi camisa.

Al recoger toda mi ropa, me dirigí al baño para poder limpiar mi cuerpo sudoroso. Al abrir la llave de la ducha el agua tibia me relajo demasiado, dejé que las gotas de agua se esparcieran por todo mi rostro. Pasé aproximadamente cinco minutos limpiándome y a la vez...intentado dejar pensamientos que no dejaban de aparecer en mi mente.

Al salir del baño con una toalla amarrada a la cintura, me comencé a poner la única ropa que tenía. Sin darle mucha importancia al olor de alcohol que tenía mi vestuario, comencé a agarrar mi pertenencias...que también se encontraban en el suelo y en lugares que no sabía cómo habían llegado ahí.

Al tener todo listo regresé mi mirada a la cama, Ryujin seguía durmiendo. Y eso fue un alivio, porque hasta ahora...estoy arrepentido de haberlo hecho con ella. No la desperté para despedirme, ni tampoco le dejé algo para que supiera que me había marchado. Solo me giré hacia la puerta de salida de la habitación y me fui de ahí, sin ningún remordimiento.

Llegué con suma rapidez a la parte baja del Club, queriendo evitar a las personas que todavía no se iban de ahí y que estaban completamente borrachas. Saqué de mi bolsillo las llaves de mi auto y seguí mi camino hacia las puertas con luces de Neón, estas se encontraban apagadas ya que eran aun las 9:00 AM y el Club no ha abierto todavía.

Para mi sorpresa, me di cuenta que Felix estaba en el lugar. Pasé por la barra de bebidas, que él se encontraba limpiando. El de pecas sintió mi presencia y por su mirada pude notar cierta decepción. Pero no dijo nada y solo siguió haciendo lo suyo.

Copie su acción y me fui de ahí, sin dedicarle ningún tipo de palabra. Al estar afuera pude notar a las personas que se encontraban insultándose en medio de toda la calle, sonreí divertido. No es la primera vez que veo estos tipos de acciones en este lugar, se ha hecho algo matutino. Pero es molestoso.

Ignoré al par de idiotas que estaban haciendo que muchas personas intentaran separarlos o más bien callarlos para poder seguir su día tranquilamente y me encaminé hacia mi automóvil. Al estar dentro y ponerme el cinturón de seguridad, me acordé de algo. Bajé mi cabeza a mi ropa y suspiré, dejando que todo el aire en mis pulmones saliera libremente.

"¡Mierda! Se me hace tarde y no tengo ropa de repuesto" lamí mis labios mientras pensaba en si ir con la misma ropa o llegar tarde a la Universidad solo para cambiarme el vestuario con olor a alcohol y cigarrillos.

-Yep...no me cambiare, ya no aguanto la voz acusadora de ese director por mil faltas que tengo y que me dejaran de semestre si sigo de la misma manera –susurré mientras arrancaba el auto para dirigirme hacia ese prestigioso instituto de Seúl- además, tengo todas mis cosas que son necesarias para poder continuar con las clases y unos libros que me sirven en el casillero –no necesitaba volver a casa.

Without rain there are not flowers | ᴴʸᵁᴺᴴᴼ (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora