-La vida es una sucesión de lecciones que uno debe vivir para entender-
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Hyunjin tuvo que vivir una vida llena de reglas y suposiciones de los demás para cumplir las expectativas de su familia, pero gracias al destino...logró encontrar un acompaña...
Me encontraba en la Universidad, eran aproximadamente las 12:00 AM y ya me estaba hartando de estar aquí. Cada día que pasa, me siento tan monótono. Siempre en la misma rutina, aunque a veces la cambio los fines de semana para pasar un rato de diversión antes de ingresar a clases nuevamente.
Hace un mes que Hyunjin y yo no hemos hablado, y desde ese día en el bar...todo empeoró. Me ha bloqueado de todas las redes sociales, y también mi número telefónico. No puedo verlo ni aquí, se desapareció. Ahora solo parece un sueño que lo haya conocido, me siento...no sé cómo explicarlo...demasiado decepcionado.
Desde que Hyunjin decidió acabar con el trato, me siento tan confundido. Lo quiero, no quiero hacerle daño...pero me es imposible estar cerca de él. Quiero que alguien comprenda mi situación, quiero gritarle a los mil vientos que no me separen de Hwang. Pero no puedo, en verdad que no.
Parecemos unos completos extraños para el otro, es como si nunca nos hubiéramos cruzado alguna simple palabra.
Entre mis pensamientos caminé hacia mi casillero al salir de mis clases, era receso. Al entrar al pasillo pude divisarlo, mi mirada se clavó como imán sin pensarlo...sin imaginarlo. El caminaba en dirección contraria a la mía, en algún momento teníamos que cruzarnos. Teníamos que pasar al lado del otro.
Sentí mis manos temblar un poco, pero solo las apreté en un puño...intentando calmarme. Cuando el momento llegó, aguanté la respiración...sin poder mirarlo a los ojos. Nuestros hombros se toparon un poco, ya que el pasillo estaba lleno de estudiantes intentando arreglar sus casilleros y demás. Noté como Hyunjin me miro por un microsegundo para después solo seguir su camino, ignorándome nuevamente.
Al estar lejos, me gire a su dirección, aún caminando. Él no se giró, no miró, no hizo ningún gesto. Solo siguió adelante como si nunca haya notado mi presencia.
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Es realmente incómodo cuando Minho y yo tenemos que cruzarnos de esta forma. Solo quiero graduarme, quiero que el tiempo pase rápido y pueda salir de este abrumador lugar. Solo quiero terminar todo esto y seguir con mi vida.
El día en el Club de Changbin, me estaba muriendo de los nervios. Cuando escuché la voz de Minho no pude dejar de sentir mi corazón latiendo con rapidez, casi hacia caer la copa de vino. Pero sus palabras tan arrogantes me hicieron irritar con la misma rapidez en la que mi corazón latía.
Obviamente me fui enojado, pero mi enojo incremento al ver la falta de interés por alejar a ese cabello mal teñido. Sabe que odio a Ryujin, y aun así, dejó que hiciera el intento de enojarme. Al final, no le resultó. Y eso me alegra, aunque igualmente sus palabras me valen una mierda. Me da igual lo feliz que sea ese imbécil con Ryujin, aunque me duela...su vida no me tiene que importar.
Por otro lado, Jungkook y yo nos hemos vuelto muy unidos. Pasamos juntos la mayoría del tiempo, así como salir, caminar por los cafés más cercanos y tomarnos el tiempo de platicar mil cosas diferentes. Es un chico muy agradable, me alegra saber que tengo una amistad sin prejuicios de por medio. Realmente me agrada, es como un hermano para mí y eso él lo sabe muy bien.
