Perfecto vacío

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Me llamo Gabriel Agreste, soy un famoso diseñador de modas, vivo rodeado de lujos en mi mansión gracias a mi trabajo, toda mi fortuna ha sido por ello, todo lo que tengo es perfecto porque siempre lo he deseado de ese modo; hasta mi hijo es la imagen de la perfección, lo puse como mi modelo e imagen de mi marca, lo he estado cuidando, dándole todo lo que necesita. No ha sido sencillo para mí desde que murió su madre, no ha pasado ni un año y el dolor aún sigue vigente, pero no demuestro a nadie cuanto ha sido de doloroso por todo lo que me prometí a mí mismo después de verla partir.

Estamos a principios de año escolar y me encuentro estacionado en frente de la escuela Francois Dupont, mi hijo se encuentra sentado a mi lado mirando hacia sus zapatos con los ánimos muy bajos, tienes las manos juntas y mueve sus pulgares un poco inquieto, le toco la espalda lo que hace que él levante la cabeza hacia mí.

—Fue la última voluntad de tu madre, ¿no era esto lo que querías con muchas ansias?

—No sé cómo debo comportarme, padre. Jamás he venido aquí, no conozco a nadie más que a Chloé—suspiró Adrien. —¿Por qué nunca me dejaste ir a una escuela como a todos los demás?

Pensé que Adrien se encontraría más animado porque por fin iba a asistir a la escuela después de mucho insistir desde hace dos años. Él había sido educado dentro de casa desde que era muy pequeño, quería que fuera perfecto, que no cometiera los mismos errores que yo había cometido en mi juventud, no quería que nada pudiera dañarlo y se volviera como a cualquier otro. Es algo obstinado y no se ha dado cuenta de todo lo que hago es por su bien, todo en él es la perfección que yo he creado, a quien he moldeado con esfuerzos y sacrificios; aunque no me gusta que vaya a asistir a la escuela, Emilie antes de morir me dijo que lo enviara como él quería, y yo le he puesto hacer clases extracurriculares que se empeña en realizar: esgrima, piano, chino, entre otras cosas. 

Adrien lo es todo para mí, una imagen que debo cuidar y proteger, mi único hijo de quien espero que siga en la línea de la perfección. Levantó la vista para poder verme, le dije que solo debía actuar bien, que no olvide que es un Agreste y que no olvidara que si continua con sus clases extracurriculares y sus sesiones de fotos, seguiría en la escuela. Esa fue una condición que le impuse si quería asistir y socializar con otros chicos aunque no fueran de nuestra clase social, a pesar de la promesa de Emilie, no quiero que mi hijo se comporte fuera de mis deseos.

Fueron unos minutos eternos antes de que mi hijo estuviera listo para salir del vehículo y marcharse a la entrada de la escuela.

Mi asistente me había dicho que era muy importante para el desarrollo del muchacho que aprendiera a socializar a su edad y no simplemente con una sola persona que había sido la hija del alcalde quien siempre venía a visitarlo desde que los dos eran muy pequeños.

Es todo lo que sé de ella.

No había dejado de mirar la entrada de la escuela sintiendo una incomodidad muy grande. Me estaba arrepintiendo de hacerlo, los jóvenes de ahí podrían volverse una mala influencia para mi hijo, se volvería un rebelde y perdería a mi perfección.

«Esto era lo que quería Emilie, era lo que quería Emilie» pensaba deteniéndome de salir del vehículo. «Seguirá siendo tu perfecto hijo, pase lo que pase».

No sé como pero ya estaba prácticamente con la puerta abierta y casi saliendo de mi vehículo. Tenía que pensar que era por el deseo de Emilie que hacía este sacrificio, yo la amaba, y esto demostraría cuanto la he amado si logro hacer realidad su última voluntad.

Le di un último vistazo a la entrada de la escuela hasta que la vista fue obstruida por una muchacha que estaba corriendo y se calló al pie de la escalera de la entrada. Vaya que era muy torpe, dejó muchos papeles por el suelo los cuales levantó y entró lo más apresurado que podían sus piernas debido a la disminución de velocidad por el dolor de la caída, seguramente. Uno de los papeles salió volando a mis pies y yo lo levanté para entregárselo, pero ella ya había entrado al edificio.

Belleza Parisina [Versión 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora