Antes que nada, vengo a avisarles que estoy escribiendo un fichero de Citrus nuevo. Lo pueden encontrar bajo el nombre de "El viaje" en mi perfil, espero que sea de su agrado y no olviden leer las etiquetas. Sin nada más que decir, feliz lectura xd
- Lo siento - Ella dijo cuando vio que Yuzu no decía nada, sabía que eran momentos difíciles, podrían ocurrir cosas peligrosas y ella no podría ayudar, retrasaría al grupo y sería una carga. Eso era lo que más pasaba por su mente, y era lo último que quería.
- ¿De verdad? - Su voz se escuchó tan delicada, sintió que su corazón se detuvo por un momento, pero luego sintió lo rápido que latía por la emoción. Mei la miró y se sorprendió al ver su expresión, estaba sonriendo mientras sus lágrimas amenazaban con salir - Jaja... Ni siquiera sé porqué estoy llorando - Dijo mientras intentaba hacer que pararan, pero no lo hacían - Te juro que estoy feliz, no quiero llorar pero... Dios, no puedo parar...
La más pequeña se acercó a ella rápidamente para abrazarla, sus preocupación de no ser aceptada se disipó al ver la reacción de su amada - Idiota, estas llorando de felicidad... Ugh... - Pronto, ella tampoco pudo contener sus propios sentimientos y se unió al pequeño y silencioso llanto.
- No tienes porqué pedir perdón, Mei - Yuzu habló - Y no asumas la responsabilidad tú sola, yo también... Yo también soy parte de esto - Me lo súpo tan pronto como escuchó su voz quebrarse segundos atrás, se sentía estúpida por pensar que Yuzu se negaría pero, la realidad seguía siendo tan difícil.
- Lo sé, perdón - Hizo una pausa antes de volver a hablar - Pero ahora mismo, son momentos en los que no puedo ser débil, aunque si vamos a tenerlo, no me queda de otra. No quiero ser una carga
- No digas eso, todos tenemos una época difícil, Mei - Acarició su cabeza gentílmente - Ahora es turno de que nosotros cuidemos de tí, ¿Si? Déjame protegerte - Ella la abrazó con fuerza, expresándole que estaba segura con ella.
- Está bien - La pelinegra no dijo nada más y se fundió en el abrazo con su amor. A lo lejos sin que ellas lo notaran, estaba Masaki quien había presenciado el pequeño momento. El estaba feliz por ellas.
- Ojalá hubieras podido ver esto, Yato - Cerró los ojos y sonrió para el mismo con orgullo - Tú hija es toda una adulta ahora, debes de estar orgulloso, ¿No es así, viejo amigo? - El sacó una vieja foto que siempre llevaba consigo en su chaqueta, era una de él y el padre de Yuzu cuando eran más jóvenes, posando después de haber construido la cabaña en la que hoy en día se alojan todas - Pronto podrás descansar en paz, idiota
...
- Ya hemos vuelto... - Saludó Yuzu, pero no recibió respuesta debido a que nadie estaba en casa. Mei fue directo a la cocina y allí encontró una pequeña nota.
- Dice que fueron de compras, se llevaron a Hotaro para que visite un rato la ciudad con ellas - Ella sonrió - Le tienen mucho cariño
- Si - Sonrió la rubia también - Imagínate cuando les digamos sobre el embarazo
- ¿Crees que se lo tomen bien? - Preguntó Mei un poco insegura, todo eso era nuevo para ella y Yuzu lo entendía.
- Por supuesto que sí, de solo verlas con Hotaro ya deberías adivinarlo, de quien verdad me preocupo es mamá, siento que le dará un infarto - Rió nerviosa, no porque pensara que Ume estaría en contra, más bien porque sabía que se emocionaría de más - Deberíamos decirle las cosas con calma - Terminó de decir mientras se sentaba en el sofá.
- Ujum, tenemos que planificar una visita, será más tranquilo allí pero primero - Hizo una pausa para tocar su vientre y respirar un segundo - Necesitamos confirmarlo, necesito saberlo
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「CITRUS」- Gracias a tí
FanfictionYuzu al ser mitad demonio era algo especial y era molestada por ello, pero un día despertó sus habilidades gracias a su genética demoniaca y su padre le enseñó a cómo controlarlos. Todo iba bien hasta que cuando Yuzu cumplió sus 15 años, justo el d...