47. ¿Ramos?

146 14 6
                                    

Altagracia

Levanto mi cabeza encontrándome con esos ojos marrones que amo ver cada mañana.

-¿que pasa?

-amor, ¿te orinaste?- digo con gracia

-por supuesto que no- digo adormilada- ¿por qué?

-no sé, hay algo en la cama- acaricio su espalda desnuda

Me levanto de golpe sin quitar mi pierna de la suya, que vergüenza.

-ehh- lo miro

-¿qué?- quito su pie- oh, ¿estás bien?

Me paro rápidamente y corro al baño.

-Altagracia abreme, ¿que es eso?

-ahora salgo

-ah que bruto, ¿es tu periodo amor?

-pues si, eres muy bruto

Me doy una larga ducha, muero de la pena, tuve dos semanas de retraso y creí que ya no me iba a llegar, sexo todos los días y sin protección, ni siquiera él lo esperaba. Recuerdo la pierna de Jose Luis y decido salir, lo veo ya cambiado, seguro se baño en otro cuarto.

-¿todo bien?, te traje algo de comer, sé que comes mucho en estos días

-gracias

-ya cambie las sabanas, ¿vamos a la sala o prefieres comer aquí?

-aquí- me acerco- disculpa por.. Ya sabes- señalo su pierna- no me di cuenta

-no te preocupes- la beso- no me molesta, además no lo esperábamos

-acaricio su mejilla- te dije que no te ilusionaras

-no lo hice- cojo un trozo de pera

-mentiroso, hasta me tocabas la panza, no creas que no lo note, te estás obsesionando y eso no me gusta

-como tú dices, que pase lo que tenga que pasar, y no es una obsesión

-yo no digo eso- reímos

Termino de comer y decido acostarme un rato, la vida aquí es muy pacifica, pero aburrida, nunca pensé extrañar tanto mi casa, Victoria me ha hecho mucha falta, la vida es tan tranquila sin ella, necesito esa adrenalina que me da todos los días.

Abro los ojos lentamente, no sé cuanto he dormido. No vi a mi prometido por ningún lado así que fui a ver a Ana.

-¿ha visto a Jose Luis?- susurro mirándola

-ya viene, se ofreció a ayudarme con unas hiervas

-¿que esta haciendo?- entro

-cuando termine te cuento

Veo todo con curiosidad, nunca había querido venir a su casa, unas fotos llaman mi atención y me acerco observándolas bien.

-¿esta soy yo?- veo otra- ¿y esta?

Hay varias fotos mías, una de recién nacida, otra de más o menos un año, otra de unos 5 años y las demás son actuales o de hace poco, cuando veo una en la que estamos Mónica, Victoria y yo me acerco a Ana intrigada.

-¿por qué tiene tantas fotos mías?, y peor, de mis hijas- dejo el cuadro en la mesa- conteste, ¿por qué su interés por mí?, ¿por qué me trata tan bien si solo ha recibido desprecio de mi parte?, señora digame la verdad o tendré que averiguarlo

-ehh- musitó con lágrimas

-Altagracia, ¿hace mucho estás aquí?

-no, acabe de llegar- me acerco- ¿donde te  metiste?, estas todo sucio- hago una mueca

𝑬𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒑𝒆❣︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora