57. Un pequeño susto

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Altagracia

-este ya es el último- señalo mi panza

-cuando estabas embarazada de Victoria dijiste lo mismo

-esta vez si me voy a operar, ya son cuatro Irene, además no creas que es muy agradable esto- veo los zapatos- los síntomas los primeros meses, los que te quedan casi todo el embarazo, en el último mes aproximadamente apenas y puedes caminar, el parto- suspiro- no quiero hablar del parto

-también deben haber cosas buenas, no puedes negar que la conexión y la ilusión es lo mejor que puede haber- menciono nostálgica- me hubiera gustado ser yo quien llevara en mi vientre a Milán

-eso sí- admito- perder esa ilusión es lo peor que te puede pasar, el ni siquiera tener la oportunidad de tenerlo en tus brazos

Sin darme cuenta ya estaba hecha un mar lágrimas, terminamos de escoger algunas cosas y fuimos a pagar.

-nada de llorar, hoy vamos a pasarla bien

-estoy bien- limpio mis mejillas- aún no puedo hablar de eso

-lo sé, por eso intento no tocar ese tema, ¿compramos ropa Josecito?

-no lo llames así- reí- ya les dije que así no se va a llamar

Entramos a otra tienda de ropa para bebé y le compramos muchas cosas a Mía y Milán, y unas cuantas para los bebés, aunque Irene no sabe aún que son dos, decidimos no decir a nadie hasta que nazcan.

A veces me incómoda lo imprudente que es Irene, no le importa nada y suele hacerme pasar vergüenza, como ahora que se metió a la bodega solo por un abrigo que vio en internet.

-Irene sal de ahí, vámonos ya, debe haber en otro lado

-lo subió la página de esta tienda, por aquí debe estar

Minutos después apareció con un montón en las manos.

-lleva este para Victoria y estos dos para el bebé porque no se sabe que va a ser

-mejor dame uno negro y otro blanco

-sí, mejor- los busco

-¿y para Milán?

-ya tiene, me llegó a la casa

-entonces, ¿te metiste a ese hueco por dárselos a mis hijos?- sonrío entre lágrimas

-a ver, aunque tengas esas hp hormonas no me lloras mamasita

-no voy a llorar- la abrazo- eres tú quien debe cuidar a mis bebés cuando no esté- sonrío- los quieres más de lo que pensé, no confío en nadie más

-sí, los adoro como no tienes idea, pero soy empresaria, no niñera, así que olvídalo

-te voy a pagar muy bien, solo será por unos meses hasta que puedan ir a una guardería- bromeo

-no me creas tonta, para eso hay que esperar mínimo dos años, amiga busca niñera o que te lo cuide la señora que cuidaba a Mía

-ya no trabaja conmigo- reviso mi celular- algo le pasó a José Luis- susurro

-a ver, cálmate- le quito el celular- recuerda que estas notas no siempre son verídicas, tal vez no sea él

-es él Irene- sollozo- tiene el anillo- tiro las bolsas

-lleven todo por favor- le digo a los guaruras

Trato de salir lo más rápido posible del centro comercial.

-yo manejo- le quito las llaves

Intenté comunicarme con él en el camino pero se va a buzón, ni siquiera contesta mensajes.

𝑬𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒑𝒆❣︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora