Capítulo 9

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Nuevo días y nuevos problemas. Existen esos días en donde siempre te levantas de mal humor y luego no puedes hacer nada, absolutamente nada bien. Y hoy no era la excepción. Veamos, comencé mi día llegando tarde a clases y lo único que pude tomar fue un cafe caliente que luego se desperdicio en mis hojas de trabajo por un chico apresurado. Tenía que volver a hacer todo. Más tarde me tropecé con un alumno de 'pinturas y arte' por accidente y su pintura cayó justo en mi camiseta blanca. Ahora me veo como un arcoíris de colores y tonos oscuros. Desde hoy, no vuelvo a usar nunca más camiseta blanca para venir aquí.

Hermoso fue mi dia. Pero aún no salgo de la facultad lastimosamente. Terminaron las clases, sí, pero yo solo queria tranquilidad. Los últimos días de esa semana habían sido muy estresantes para mí. Tareas sin hacer y trabajos sin entregar, y está esto de la competencia...
Realmente nada me estaba ayudando.

¿Recuerdan que les dije que suelo ir a un árbol para pintar mis obras? Bueno también iba allí para desaparecer. Me subo a la ramas y comienzo a tratar de controlarme. Caminando por los pasillos evitando toda mirada de los que caminaban cuando choque contra un chico vestido de traje.

-Buenos días, chico de las pecas.- buenos días serán para ti, holgazan.

-¿Qué haces en traje?

Dije ignorando sus buenos días por que claramente no los eran. Changbin hizo una sonrisa sarcástica.

-Tan simpático como siempre. Como sea, tuve una reunión importante por eso visto así.

-Mira qué interesante. Me tengo que ir,  hasta luego enano.- en un movimiento lo hice a un lado y seguí con mi ruta. Dejándolo ofendido seguramente por ese apodo.

Si las personas si me vieran pensarían que tengo los humos por fuera del cráneo, como si salieran de grietas. Muy típico de mí pero solo estaba mal, mal conmigo mismo y todas mis porquerías de vida. Al llegar a ese árbol no dude ni un segundo y subí al instante, dejando mis cosas en el césped. La brisa del viento me invadió la cara y al fin pude respirar. Sentía que todo ese estrés me sofocaba. Estaba cansado, era obvio.

Creo que ese día no estaba bien conmigo mismo, no sabía qué era lo que me ponía tan mal. Quizás quería más de mi, no ser el tipo de persona que me tocó ser o simplemente solo quería que todo acabara de una vez e irme con Hyo-ri finalmente. Siempre acercaba mis rodillas hacia mi pecho y escondía mi cabeza en mis brazos para poder llorar. Por más que nadie estuviera allí, no quiero que nadie me viera llorar.
En esos momento nunca tuve la idea clara en mi mente, nunca supe como decir que estaba mal y pedir ayuda, nunca pude ser capaz de gritar '¡auxilio!'. No pude hacerlo nunca.

Pero nada, ya que. De alguna forma a todos nos toca lidiar con esto. Pero, sinceramente.

Quiero que lo mío termine.

-¡Hey, Felix!

Oí mi nombre por abajo del árbol, parecía que alguien me buscaba. Me asomé un poco para ver de quién se trataba. A ver, traje formal, músculos y cabello negro. ¿Tengo que adivinar?

-¿Qué quieres?- pregunté sacando dos ramas para que mi rostro sea visible.

-Te estaba buscando.- No me digas. Dijo mirando hacia arriba.- Oye, ¿Qué haces arriba de un árbol?

-No es asunto tuyo.

Changbin hizo una mueca y bajo la mirada un momento pero la subió al instante. Y comenzó a trepar. Me impresione un poco al principio cuando vi que podia trepar con esa estatura, pero, ¿Qué es lo que quiere realmente?

Terminó de subir y se sentó a mi izquierda.

-Hey. - saludó.- Supe que no tuviste un muy buen día, ¿no es así?

-Bueno, ya eres adivino.- sonreí sarcasticamente.

-¿Estás bien?- preguntó Changbin con preocupación.

Y fue complicado decirle que sí. Porque en realidad no lo estaba.

-Sí, no te preocupes...

Dije más Changbin no me creyó.

-Félix, tienes lágrimas cayendo....- dijo llevando su mano a mi mejilla derecha limpiando esa perfecta lágrima que se resbaló.

Lleve mi mano hacia la misma y saque varias gotas de agua de ella. ¿Desde cuando comencé a llorar? No lo sentí venir. Rápidamente me saque las lágrimas de mis ojos y dije:

-No es nada. Estoy bien.

-Lix, claramente no lo estás. Vamos, ven.- abrió sus brazos para dar un abrazo. No sabía que debía hacer, corresponder o no.

Por un segundo, estuve a punto de hacerlo. Estuve a punto de abrirme y decirle toda la verdad.

De hablar.

Lo miré unos segundos y luego lo dude unos minutos. No creo que me haga mal un abrazo. Porque lo necesito. Mis ojos se llenaron de nuevo de agua y acepté el abrazo desesperadamente. Changbin comenzó a acariciar mi cabello con ternura y yo solo me escondi en su pecho. Puede que no pueda hablar sobre lo que me sucede, pero este abrazo lo necesitaba hace 12 meses.

¿Reconocen ese sentimiento de alivio cuando ves o abrazas a alguien que no tiene relacion contigo pero el o ella te transmite una paz interior?

Bueno, eso me paso con Changbin los últimos días.

❝Brush Strokes love사랑 Changlix❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora