En el pasado... [MDZS]

VII

[🏵]

-Da-ge... -Llamo Jin GuangYao entrando a la habitación, siendo seguido por Lan XiChen unos pasos atrás.

El líder Nie se giró con brusquedad, Banxia descansaba en su mano y un pañuelo en la otra. Una vez viendo a sus dos hermanos jurados, descanso su sable sobre la mesa e hizo una señal con la cabeza para que tomaran asiento en la sala de estar.

Túnicas amarillas y blancas se balancearon hacia dicho lugar y esperaron uno paciente y otro conflictivo. Algo agresivo, -como se esperaba, de un hombre de casi dos metros y corpulento- soltó la tetera y tazas en medio de la mesa, para después caer sin gracia sobre el cojín abierto de piernas y ambas manos cruzadas en el pecho.

Fue Lan XiChen quien preparo y sirvió el té con manos delicadas y firmes. Nie MingJue solo los veía callado y expectante, mientras que Jin GuangYao mantenía una serie de preguntas, respuestas y comentarios bien planteados y elaborados ante cada posible pedido del mayor.

-¿Y bien? -Nie MingJue pregunto al no ver ningún indició de hablar. -¿Es sobre el espectáculo del Jin desconocido? -Pregunto jocoso.

Ante el recuerdo de la sensación de del filo en su garganta, suspiro. -No exactamente, aunque aquello me llevo a tomar esta decisión. -Explico el Jin mestizo mientras llevaba la taza a sus labios.

-¿Cuál decisión? -Cuestiono el de verde enarcando una ceja.

-El de ser completamente honesto y redimir mis pecados. -Hablo con seguridad (aunque no menos nervioso) inflando el pecho.

-¿Y esos serian? -Presiono Nie MingJue con la voz dura.

Bajo la mesa, el líder Lan busco las manos del más joven para entrelazarlos y darle ánimo para hablar. Si bien, Lan XiChen no sabía cuál fueron tales pecados, confiaba en la palabra de Jin GuangYao cuando dijo que estaba dispuesto a redimirlos. -Sea la forma en la que lo haga, esperaba que fuera la correcta y honesta posible.-

Jin GuangYao suspiro. -Mi padre... Mando a Jin ZiXun para emboscar a Wei-gongzi. Me ordenaron guardar silencio, si quería seguir siendo parte del Clan. Debía mantenerme callado y entretener a Jin ZiXuan. -Miro, hacia los ojos verde oliva. Por supuesto que no todo era mentira, aunque tampoco era verdad. Con engaño practicado, dijo. -Trate de advertirle a ZiXuan y pensé que llevaría alguien a quien los respaldara, no... No quiero imaginar lo que hubiera pasado si esos desconocidos no se hubieran interferido en el camino de ZiXun.

La taza en manos de Nie MingJue se rompió y sus ojos se inyectaron de sangre.

-¿Y no pensaste en decirnos a nosotros? ¿Es que acaso el título de hermanos jurados está de adorno?.

Con una buena actuación como siempre, el labio inferior de Jin GuangYao tembló de impotencia.

-Ambos sabemos... -Estaba jugando con fuego, -que sea lo que sea que diga, no me creerías. -Pero si jugaba bien sus cartas, solo tendría que manipular a los ancianos de GuSu Lan una vez casados -y solo con la intención de ayudar a su futuro esposo-.

Haría todo lo posible por seguir el buen camino de la mano de XiChen.

El gruñido de Nie MingJue lo saco de su estupor. El líder de verde, dispuesto a despotricar palabrerías en busca de una nueva pelear, fue interrumpido -Impresionantemente- por el líder de secta Lan.

-Er-ge, por favor, déjale hablar. -Pidió con una mirada súplica.

El sonido emitido, sin dudas, no era uno de aprobación; sin embargo, tampoco de negación.

Jin GuangYao pidió disculpas al único líder (persona) que lo apoyo desde las sombras e incluso se sacrificó.

-El líder de Monling Su, vino hacía a mi ayer pidiendo ayuda. Continuo,- Confeso que él fue quien lanzo la maldición de mil agujeros a Jin ZiXun por su beneficio y por el mío-