CAPÍTULO 12 - AGNÈS

369 23 2
                                    


- ¿Ni os tocasteis? - susurró Tina mientras que nos maquillábamos en el vestuario para el siguiente ensayo de Mujercitas.

- Shh, nos acariciamos, bailamos pero, pero ¿por qué nos tendríamos que tocar eh? -le dije mientras que sacaba y volvía a meter sin sentido maquillaje del neceser.

- Bueno tía yo creo que habéis llegado a un punto que algo tendréis que aclarar ¿no? Pásame el peine - me dijo señalando mi bolsa con todo el maquillaje.

- Sí bueno, ¿este? Pero ¿Cómo le voy a decir que tenemos que aclarar cosas si él no sabe ni por qué hay que aclararlas? - le dije mientras que le acercaba mi bolsa y cogía maquillaje para mí.

- ¿Te puedo ser sincera? - dijo con voz grave mirando a mi reflejo en el espejo a su lado. Paré y me quedé mirándola sin saber bien qué quería.

- Si no puedes o no quieres tomar una decisión... al menos sé sincera con Timothée. Bueno y con Luis. Creo que se lo merecen. - Una vez dicho esto, volvió a mirarse para acabar de pintarse los labios. 

- Quiere que conozca a su abuela-  escupí la frase como si no pudiese retenerla más y enseguida añadí: - No te rías, dime que no te vas a reír - Tina negó con la cabeza invitándome a que continuara - El hecho que quiera que conozca a su abuela, hace que...

-¿Que te guste más?

-Bueno bueno bueno 

-Amiga - me dijo seriamente dándose la vuelta para mirarme esta vez a mi y no a mi reflejo - ¿Podemos al menos aceptar que os gustáis? Puedes estar enamorada de alguien y seguir gustándote otras personas.  Puedes estar enamorada de Luis, pero ver a un Timothée y gustarte ¿sabes? - no sé qué ́cara estaba poniendo pero tuvo que ser un cuadro porque enseguida saltó: Luna Castell por favor, hazte el favor de preguntarte ¿estás enamorada de Luis?

- ¡Sí claro que sí! Menuda pregunta - gruñí más de lo que pensaba.

- Ahora intenta responder sin que salte la contestación automática que te llevas diciendo todos estos años. No digo que no estés enamorada, solo que lo reflexiones porque así sabrás qué hacer con Timothée. ¿Me entiendes?

- Yo creo que me estoy viniendo arriba, si no pasa nada, estoy con Luis y es que encima ni siquiera sé si a Timothée le gusto o solo quiere algo temporal, ¡si yo me vuelvo a Barcelona en semanas! Ósea que no no...

-Luna - dijo de la forma más seria que le había visto nunca.

-Me gusta montarme películas o buscar drama donde no hay, voy a ser su amiga igual que tuya.

-Luna - repetía.

- Acabaremos las clases y me volveré. Ya está.

-¡Luna escúchame! Deja de decir qué siente o no la gente ¡y aclárate qué sientes tú! - dijo un poco cansada y marchándose para empezar el ensayo.

Me quedé mirándola irse, de pie, cansada de la cantidad de pensamientos que tenía a la vez, inmóvil cuando de repente me vibró el móvil. Tenía un mensaje.

Nos vemos a las 13h en la plaza daphne. Mi abuela está deseando que vayamos ;)

Me despedí de Tina y del resto de familia como ya nos llamábamos. El ensayo de Mujercitas iba viento en popa, cada vez conectaba más con Jo y la entendía mejor. Me encantaban las escenas con Laurie jugando, corriendo, bailando, era una libertad de moverse, de ser... que solo podía asociar con él.  Me había tomado la molestia de ir corriendo de las clases a casa para cambiarme de ropa, no sé por qué tenía esta sensación, esa necesidad de querer caerle muy bien a la abuela de Timmy. Era tan importante para él, que quería estar a la altura, quería caerle bien y no sabía ni cómo hacerlo. Así que al final, después de cambiarme la ropa mil veces, decidí darme por vencida y simplemente ser yo misma. 

De camino hacia la plaza Daphne, donde quedamos por primera vez, notaba que tenía la tripa del revés o como a algunos les gusta decir: con mariposas. Una cosa es cierta, nunca había caminado por la calle así jamás; la espalda recta, la cabeza mirando al frente. De hecho, iba mirando a todos lados. Los parques, las calles pequeñas con casas enanas y coloridas con plantas de todos los colores y formas en los balcones. La música, las risas, los silencios, el río Senna. Sentía que iba flotando, por fin llegué a la plaza y me senté en el mismo sitio donde lo esperé la otra vez. "Mejor, así puedo recomponerme" pensé, estaba sumergiéndome en una tornado de pensamientos sobre cómo sería su abuela, ¿y si era estricta o me juzga?, y cuando ya había perdido el control total de mis pensamientos, se fueron todos de golpe al verle. De lejos entrando en el parque apareció él. Iba vestido con unos pantalones rosa pastel igual que su americana y debajo una camiseta blanca básica con un collar y anillos de plata. Cuando me alcanzó, agrandó aún más su sonrisa, se pasó los dedos por sus rizos para echarlos hacia atrás y me ofreció su mano para levantarme.

-¿Mademoiselle estás lista?

- Oui monsieur. ¿Y estas flores?- le dije mientras que le daba la mano agradecidamente. Él cogió mi mano y la colocó en su brazo. Así empezamos a andar rumbo a casa de su abuela, como dos señores cogidos del brazo.

- Son para mi abuela. Siempre le llevo un ramo cuando voy a verla. - me dijo con un brillo en los ojos que me hacía sonreír aún más.

- Son preciosas -era un ramo de rosas rojas, blancas, amarillas...la verdad es que era muy colorido y bajo el sol de ese día de verano brillaban como nunca.

- Gracias, me gusta componer yo mismo el ramo. - dijo orgulloso sonriéndome, lo que provocó que inconscientemente, aun cogidos por los brazos, apoyara mi cabeza en su hombro mientras andábamos. Me costó unos segundos darme cuenta de lo que había hecho, pero para entonces él ya me había respondido en silencio, apoyando su cabeza en la mía un segundo.

Habíamos llegado al portal. Su abuela vivía en el barrio Le Marais, muy popular por su historia. Es uno de los barrios más antiguos de París, pasamos por delante de la que fue la casa de Víctor Hugo, está lleno de galerías, museos, cafés...

- ¡Ostras Timmy pero cómo se llama tu abuela! - le dije girándome a él más nerviosa de lo que quería parecer.

-Agnès se llama- me soltó entre risas. - No te preocupes de nada. Oye, gracias por venir, de verdad te lo agradezco - sentía su sonrisa sincera, de complicidad, su mano había buscado la mía para sostenerla y acariciarla mientras que me miraba fijamente.

-Te dije que podías contar conmigo. - le apreté la mano que me sostenía, él sacó las llaves y entramos al rellano. Subimos las escaleras y no podía quitar la mirada de las paredes. Estaban llenas de cuadros coloridos con plantas por todos lados, en los rincones, colgadas por la pared. Creo que era un entrante de lo que estaba apunto de ver.

- ¡Grand-mère! Ya estamos aquí! - gritó Timothée conforme abríamos la puerta. Me quedé quieta en la entrada mientras que Timmy dejaba las llaves en el recibidor, miraba la correspondencia y buscaba a su abuela para darle las flores. Yo solo podía observar con los ojos bien abiertos. Era la primera vez que conocía una casa francesa, de París y me alegro que fuese esta. Las paredes eran todas blancas y contrastaban los colores fuertes y vivos de la decoración. Un jarrón rojo, una estatua griega amarilla, el verde de las plantas y los cuadros abstractos por todo el salón que se podía ver desde donde yo estaba. Olía a horno, a dulce, a chocolate, era muy confortante, como entrar en un hogar que todavía no sabes que es el tuyo. Di unos pasos hacia delante y me encontraba en el salón, con un ventanal enorme que daba al balcón con más flores rojas por el que entraba una luz inmensa, fuerte y clara y que era el mejor sitio de la casa pues desde ahí se veía el parque de la plaza des Vosges, la Plaza más antigua de París, edificada en 1612 por Enrique IV rodeada de árboles y edificios de ladrillo rojo.

Me giré y contemplé la escena. Timothée venía de la cocina con su abuela cogida al brazo.

- Querida, tú debes ser Luna. Veo que las palabras de Timothée hacen justicia a tu belleza - me dijo Agnes mientras que se acercaba a mi para darme tres besos. Al parecer Timmy le pilló esa frase por sorpresa porque empezó a sonrojarse.

- No te creas que voy a hablar así toda la tarde, que es agotador- soltó finalmente la mujer cuando me cogió del brazo. ¿Quieres una cerveza?

-

¡Qué ganas tenía de que Agnès apareciera en la historia! ¿Qué te ha parecido? Porfa cuéntamelo, me encantaría saberlo, yo la estoy disfrutando mucho <3 ¡Agnès es alguien muy especial para Timmy pronto lo veréis!

Marta - ladansedelalune

LOST IN PARIS | Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora