LOST IN PARIS | Timothée Chalamet

Capítulo 26 - C'est fini

- Mamá de verdad perdóname, no estaba siendo yo misma.

- Luna, solo quería hablar contigo, me has tenido asustadísima, pensaba cogerme un vuelo hacia allí si no me contestabas hoy.

-Mamá... yo no he cogido mi vuelo.

- ¿Cómo?¿Lo has perdido?

- No. Em ¿Tienes un momento?

Estuve contándole toda ¿la aventura? por teléfono mientras que iba haciendo la cena de esa noche, iba a ser especial.

- ¿Entonces cual es el plan? ¿Te quedas en París a vivir?

-¿Plan eh? - reí- Mañana tendré la respuesta mamá.

- Cariño, cuando me prometiste aquel día en el aeropuerto que te dejarías llevar nunca pensé que te dejarías llevar hasta aquí. Estoy muy orgullosa de que sigas tu corazón. Sabes que aquí siempre vas a encontrar un lugar.

-Lo sé mamá, gracias. Te quiero. - tuve que parar de cortar las verduras, noté una pinzada en mi interior. Por un instante pude verme como observadora, desde fuera. De esos momentos tan extraños que puedes estar en el presente y decir ¿Qué ha pasado?

Me alegraba que mi madre y yo volviéramos a estar bien, no querría perderla por nada en el mundo. Fue tan fuerte con lo de mi padre, que siempre la he tenido como ejemplo a seguir. Yo soy fuerte y ahora lo sé. Estaba poniendo las verduras al horno cuando sonó el timbre.

Fui a abrir la puerta, ya sabía quien iba a ser, lo recibí con la sonrisa más grande del mundo. Y a pesar de lo que había ocurrido en nuestras vidas, de nuestras pérdidas, siempre hay una ganancia y esta era la nuestra.

Al abrir la puerta, se abalanzó hacia mis brazos, riéndose dándome besos por el rostro,  los labios y pasando por el cuello. Yo no pude hacer otra cosa que reír y devolverle los besos. Así sin quererlo habíamos pasado otra frontera, por un segundo pareció muy extraño hacer aquello sin sentirme mal, pero... ya no había razón ninguna.

-¿Qué huele tan bien? - le cogí de la mano y lo llevé a la cocina.

- ¿Quieres una cerveza? Vino?

Abrimos la primera botella de vino y nos pusimos a hablar, a contarnos todo lo sucedido aquellos días. Después del entierro Timmy pasó el resto del día y el siguiente con su familia. Ellas se han ido a Nueva York y él ha preferido perder el vuelo. Era la primera vez que nos sentábamos a hablar.

- Por cierto, le he traído un regalo a Tina. Le voy a estar eternamente agradecido por ayudarme - dijo sacando un sobre.

- Por ayudarnos ¿Qué le has traído? - dije cogiéndolo.

- Unas flores y en ese sobre hay un viaje con todo pagado para dos. Pensé que le gustaría. no lo sé.

-Voy a dejarlo todo en la entrada para que nos acordemos de dárselo. - apagué el horno y me fui con las flores y el sobre hacia la entrada con Timmy siguiéndome con los dos vasos de vino.

- ¿Cómo? - eché a reír.

-¿Qué pasa qué pasa?

- Mira esto - le di una nota escrita a mano - déjame que le hable a Tina, que callada lo tenía - me fui corriendo como una niña con un juguete nuevo a por el móvil al sofá del salón. 

"Luna me he enterado de que te quedas. Me alegro. Voy a estar fuera el fin de semana con Tina. Si quieres algo, no sé si tendré el móvil. Un saludo. Jess."

- Es formal hasta con las notas - rio Timmy hacia sí mismo.

- Me parece que Tina va a disfrutar mucho ese viaje de dos - reí tirada en el sofá con los brazos en alto con el móvil.