45.

190 20 0
                                    

Hay miradas que duelen como puñaladas, que hacen que el corazón se contraiga y se quede tan exprimido que ni un poquito de sangre circule por este.

Dicen que no se siente con el corazón, sino con los sentimientos, en nuestra mente; pero he de discrepar, cada vez que una mirada llena de dolor se clava en mis ojos, mi pecho sufre lo descrito anteriormente, ¿por qué?

El poder que tienen los ojos en influir en mí es o increíble, o bien devastador.


He de reconocer que echo de menos la mirada de S. A veces estaba cargada de felicidad y otras desprendía indiferencia. Duele echar de menos cómo se conectaban nuestros ojos. Duele mucho.

Necesito de nuevo sus ojos clavados en los míos.

Miradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora