"Incluso si mis recuerdos se desvanecen como pétalos, prométeme; que me concederás un ultimo deseo..."
-Los personajes de Shuumatsu no Valkyrie no me pertenecen.
-Solo me pertenece mi OC/personaje original/original character.
-Inicio : 28/junio/22
...
Frente a mis ojos cubiertos, todo se llena de sangre.
Mi espalda era empujada a la fuerza para entrar en el carro de madera arreado por caballos, muchos adultos había a mi alrededor, todos asustados y sin entender que es lo que estaba ocurriendo, y porque los soldados del imperio nos llevaban a rastras.
No estoy mintiendo, dime, ¿Porqué?
Busco con esfuerzo a mi mamá y mi papá ¡Ahí están! Al igual que yo y el resto de la gente, tenían las manos atadas en sus espaldas. Sin importarme que la gente me este empujado de manera brusca, camino hacia ellos. Mi mamá parece darse cuenta de mi presencia porque sonríe y le advierte a mi papá.
-¡Mami! .-grito feliz y me acerco a abrazarla, aunque, había olvidado que tenia las manos atadas. Ella, con lagrimas en los ojos se agacha a mi altura y toca mi cabeza con su mentón- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras mami?
El frio viento sopla, puedo sentir las miradas.
-Mi amor... -me mira triste, mi papá también se agacha a mirarme con el mismo pesar- ti-tienes que huir de aquí... el emperador... el por alguna razón nos odia -sus sollozos le impedían respirar con normalidad- tienes que huir. Cuando bajemos y yo te llame, tienes que correr hacia las huellas del carro, ¿de acuerdo? Será como una carrera, pase lo que pase, no te des vuelta y corre de regreso a casa.
Mi papá, después de todo este tiempo, me mira y sonríe con confianza:-Luego iremos contigo, ¿oíste?
Yo sonreí:-¡Claro!
El dolor esta corriendo por mis venas. Esta sensación de inmovilidad y de tener las manos atadas.
Mis padres murmuraban algo entre si, no lograba escuchar debido a la diferencia de altura, pero su expresiones demostraban algo; Tristeza, algo que casi nunca mostraban, eran dos adultos sumamente felices, o así me lo quisieron plantar a mis cortos cinco años.
Los caballos relincharon y se detuvieron, los soldados comenzaron a bajarnos de manera brusca, algunas personas caían al suelo y estos los pateaban y pisaban a propósito ¡Que cruel!
Incluso si todos me arrojan una piedra, no puedo escapar.
Mamá me toma del hombro mientras mira a los soldados golpear a una persona en el suelo, me da media vuelta y corta mis ataduras con un cuchillo que tenia bajo su manga. Los soldados notan esto e intentan golpear a mi mamá en el rostro, pero mi papá interviene deteniendo el puño del soldado y golpeándolo el.
No es divertido
¿Por qué hacen esto?
Alguien que por favor me lo diga.
-¡Corran! .-grita mi papá, no tengo la capacidad de reaccionar pero mi mamá si, quien corta sus ataduras t me toma del brazo para empezar a correr con el corazón en la garganta-
-¡No dejen que se escapen!
-¡Mátenlas!
No comprendía nada, ¿Hicimos algo malo? ¿Por qué querían matarnos?
Miro hacia atrás en donde mi padre se quedo, y noto como el batalla contra los soldados, pero no duró mucho debido a la obvia diferencia de capacidades, y termina siendo apuñalado por un soldado, mientras que los demás se preparan para corrernos. El cuerpo de mi papá cae sin vida al suelo.
Allí, es cuando entiendo la gravedad de la situación.
-¡No mires hacia atrás!
Ardiendo en fuego ahora
Una flecha se incrusta en la espalda de mi mamá y esta cae al piso.
-¡Mamá! ¡Mamá! .-intento levantarla pero su cuerpo pesa mucho, mis débiles y delgados flacos no me permiten hacer mucho. Miro detrás nuestro y los soldados ya vienen-
Por favor...
No quiero gritar.
-Tie-tienes que correr... -habla con dificultad, su boca comienza a gotear sangre- huye de aquí, ahora.
Los ojos del diablo se acercan
Abre los ojos
-¡Huye Hana! .-y antes de que me pudiera dar cuenta, ya estaba corriendo lejos de todo esto, corría cual capacidad me daban mis piernas, sentía las pisadas de los caballos y la adrenalina corría por todo mi ser impulsándome a seguir corriendo y no perder la vida-
Tal vez fue el impulso, o la simple curiosidad de darme vuelta... para ver algo que marcaría mi mente.
Un recuerdo que no borraria ni el último de mis días.
La cabeza de mi mamá fue cortada de un espadazo y esta salió rodando por el verde césped manchandolo de sangre.
Mi garganta se secó al gritar sonoramente, pero recordé que ella me había ordenado seguir corriendo. Mientras los soldados se encargaban de los demas.
Esa fria noche, la cual el diluvio bañaba mis lágrimas, y la tristeza de haber perdido a mis progenitores me consumía. Juré no mirar hacia atras nunca más...
Aquella rosa azul se habia quedado sin sus bellos pétalos
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