Rose BLUE (Qin Shi Huang x OC) (SNVXOC)

I

No he logrado sonreír otra vez

Ya no podre traerte otra vez

No hay ninguna palabra ya

Con la que te podría ahora salvar

El pueblo estaba con mucho movimiento ¡Y vaya que era de esperarse! Hoy era la feria de artesanos y mucha gente se haya mirando puesto por puesto incluso han venido ciudadanos de otros pueblos para admirar o comprar alguna cosa.

Comida, vasijas, ropa, un sin fin de productos a la venta hechos a mano por los pueblerinos de Hadan, quienes aprovecharon esta oportunidad que se da una vez al año.

Y si, allí estaban ellos dos, Chun-Yan y Ying Zheng, sus lazos "pseudofamiliares" se habían reforzados, el ya no sonreía por cualquier tontería o cualquier insulto que le dijesen, mientras que Chun Yan se había encariñado con el joven príncipe, su pequeño e inocente rostro le recordaba a su hijo fallecido, no pudo evitar no sentir empatía y amor por el pequeñín.

-Mira, ¿Crees que este quedara bien con los platos blancos? Yo creo que si.-la mujer le mostraba un mantel al niño, corrió un poco la venda de sus ojos para observarlo mejor y sonreír-

-¡Seguro! .-sonrió aun mas amplio a la mujer, esta dejó el trozo de tela y removió el cabello atado del niño. Pagó al amable vendedor y siguieron caminando, ya casi al final de la feria, pues habían recorrido desde temprano puesto por puesto- 

Pero saliendo de la zona, había mucha gente reunida (mas que nada hombres y jóvenes), así que, por curiosidad se acercaron. No corrían ningún peligro, cualquier que intente hacer algo, Chun-Yan los detendría.
En el centro de la gente había un espacio, en el cual había un adolescente, tal vez unos quince años, con un cuchillo en la mano. Chun Yan intuyo que era una pelea callejera, no era de sorprenderse.

Lo que si era de sorprenderse, era que el joven estaba peleando con una niña.

Los dos se miraron con los ojos abiertos y decidieron acercarse aun mas; la pequeña tenia el cabello largo, atado en una coleta baja y muy sucio, su ropa no eran mas que trapos llenos de lodo y pasto, su piel pálida era tapada por el polvo y los moretones, además de las heridas infectadas por la suciedad.

Su respiración era agitada y su ceño estaba fruncido, escuchaba a la gente gritar eufóricos y eso la molestaba, quería que se callaran de una vez, no los soportaba.

-¡Vamos enana!.-gritó su contrincante- Gana si no quieres que me quede con tu dinero.

La de ojos rojos gruño y se acercó a el corriendo con el cuchillo en la mano. Este se preparó para bloquearle el brazo, sin embargo, lo que recibió no fue su brazo, sino su pierna; la niña se había puesto cabeza abajo y con sus piernas abiertas en ciento ochenta grados, giro sobre su mano libre y golpeo en la cara del joven hasta dejarlo inconsciente.