Paradise of Devil- Hunter Sylvester

War Pig

Amelia

Hunter bajo junto con la caja de pizza... Y olía  tan bien. Mi estómago gruñó, hecho que no pasó desaparecido por él, y emitió una pequeña risa que hizo que me sonrojara de la vergüenza.

Últimamente, de lo que me estuve dando cuenta, es que mientras estoy con él. Me he sonrojado incontables veces.

-¿Qué? - pregunté. Desde que empezamos a comer no para de mirarme.

-valla que tienes hambre - dijo tomando de su lata de cocacola.

-y si. Más de cinco horas con esa materia infernal. Abrió mi apetito y mis ganas de poner mi cabeza sobre la almohada y despertarme en vacaciones.

- vacaciones... Hmm casi ni pensé en ellas. Vivo de vacaciones.

-No seas mentiroso Hunter. No te va tan mal en clases como quieres que crea. - en sólo se encogió de hombros restándole interés. - se que no eres un vago. No se porque quieres que la gente tenga ese concepto de ti.

-No me importa lo que la gente crea de mí.

-Aja, es por eso que tratas como mierda a la mayoría. Prefieres que te teman a caerles bien. - lo vi tensar la mandíbula.

- Con toda la amabilidad del mundo. Si quisiera una maldita psicóloga hablaría con una no contigo.

-wow tranquilo fiera, sólo hablamos. No trato de analizarte. - lo mire de reojo. - aún.

El sólo levantó su ceja mientras me miraba de arriba hacia abajo. - ¿Que pretendes encontrar? .

-Hmm te sorprendería lo mucho que puedo llegar a comprender.... Al menos tu lenguaje corporal.  - Apoyé mi antebrazo en el sillón. El resto de mi cuerpo estaba de frente, en su dirección.

Una risa burlona salió de sus labios. Mientras se inclinaba sobre sus hombros juntando sus manos. Mi vista fue a parar ahi. Sus anillos.

Cómo debería sertirse el frío metal sobre su piel.

Abandoné esos pensamientos para enfocarme en Hunter. Su mirada no expresaba enojo pero tampoco podía adivinar que era lo que pasaba por su mente.
Volteó su cabeza para mirarme.

- ah si. ¿Y que dice exactamente ahora?

-Bueno - me incliné hacia él - tus músculos están tensos. Puedo notar también que hay algo que quieres decir o... Algo atorado en tu interior que tratas de escorder. - sus ojos grises me miraban impaciente. Volví a acercarme. - ¿Que escondes Hunter?

- No te gustara saberlo - giro su cuerpo para estar frente a frete. Cada vez más cerca.

- No deberías darlo por hecho. Podría.. Sorprenderte.

Antes de que podiera responder o simplemente hacer cualquier movimiento el sonido de la puerta más la voz de un hombre nos hizo salir de nuestra burbuja.

Automáticamente me levante del sillón mientras agarraba mis cosas.

El señor Sylvester estaba parado en la puerta sin saber que decir a continuación. Aparentemente esperaba encontrar a su hijo sólo.

-Amelia González, un gusto señor. - me adelanté entrechando su mano.

-Encantado - dijo sin más.

-Bueno yo me retiro, ya es tarde - dije viendo distraída la hora en mi celular.

-Te acompaño - se apresuró Hunter haciendo que volveara a verlo.

-No,está bien.No es tan tarde igualmente y....

- Hunter te acompañara a tu casa. No es ningún problema - dijo su padre. Yo asentí con una sonrisa en su dirección.

Me despedí nuevamente del padre de Hunter mientras salía de la casa y nos subíamos al auto.

Prendió la radio.

Nuevamente el camino hasta mi casa era silencioso. Por mi parte no sabia que decir con exactitud.