- ̗̀ ୢ໋ 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐜𝐡𝐞 ❛ ʙʏʟᴇʀ ❜

Capítulo 5

La mujer del aseo se encontraba revisando los salones pues al finalizar las clases tenían que limpiarlos.

Notó que en uno habían 2 chicos lo cuál le molestó pues usualmente los alumnos causaban mucho desastre cuando se quedaban mucho tiempo.

—Hey!!, ninguno de ustedes dos puede estar aquí, deben salir ahora -habló la mujer haciendo  que el del parche de un pequeño brinco del susto-

—L-lo lamento, ahora salimos.

Cerró el cuaderno y metió todo los libros en la mochila del castaño lo más rápido que pudo.

—Will -volvió a sacudir levemente su hombro-

Parecía ser que el chico tenía el sueño pesado.

—Vamos despierta -dijo dándole pequeños golpes en su cara-

Una vez más no hubo ninguna reacción por parte del castaño.

—RAYOS WILL!! DESPIERTA. -gritó y agarró con fuerza el cuello de la camisa del castaño-

Will finalmente despertó de golpe en ese momento.

—Creí que jamás despertarías -soltó su camisa-

—¿Mike? -habló el castaño frotando sus ojos-

—¿Eres idiota?, ¿Cómo se te ocurre dormir aquí?

—Yo no dormí bien y... -abrió los ojos de par en par al notar que ninguno de sus libros se encontraban en su pupitre-

—Escucha no perderé más tiempo contigo -se dió la vuelta y salió-

—NONO, ESPERA! -gritó Will y con su corazón latiendo con fuerza mientras buscaba sus libros-

Desesperado miró al suelo buscándolos pero aún nada.

Hasta que abrió su mochila y ahí estaban, suspiró aliviado pero... no recordaba haber metido nada en su mochila

Aun así no le tomó importancia, tomó su mochila y salió.

Will  trato de alcanzar a Mike pero notó que ésta vez se fue por un camino distinto y decidió seguirlo.

Caminaba lo más sigiloso posible entre arbustos y coches.

habían llegado a.... ¿una escuela?, al castaño se le hacía extraño pero entonces notó que su hermana menor salió de aquel lugar.

—¿Que tal te fue? -se agachó un poco para poder hablar con la pequeña-

—Muy bien, me porté mejor que todos y la profesora me regaló ésto -apuntó la pequeña estrella que tenía pegada en su frente-

—Bien hecho -sonrió y acarició levemente la cabeza de Holly-

—Casi lo olvido, hice ésto para ti -abrió su mochila y sacó una pintura de una flor hecha con acuerelas- La hice para que lo coloques en tu habitación porque es taaaan aburrida y necesita más colores.

El azabache rió y tomó el dibujo.

—Lo pensaré, tal vez le ponga algún marco.

—¿En serio? -preguntó emocionada y con una sonrisa-

El del parche asintió.

Ambos se tomaron de la mano y comenzaron a caminar mientras charlaban

El castaño sonrió con ternura, jamás se imaginó a Mike siendo tan dulce.

Decidió parar hasta ahí e irse a casa, su padre saldría temprano del trabajo y no quería que se molestase por no ver la casa limpia y su comida hecha.

(...)

—Hiciste algún amigo? -preguntó el del parche-

—Demasiados, sería imposible contarlos con mis dedos.

—Me alegra escuchar eso.

—¿Y tú?, seguro debes tener tantos cómo yo o muchos más.

—En realidad.... Hasta el momento no tengo ninguno.

—Pero eres increíble, tal vez todos son tontos.

—Lo son y... bueno no todos piensan igual que tú.

—... ¿Y qué dices de aquél chico? Creí que era tu mejor amigo.

—¿Que?, no, no lo es. Sólo trató de ayudarme a estudiar.

—Podrías invitarlo a comer a casa, tal vez así quiera ser tu mejor amigo.

—No lo creo, no pienso hablarle más.

—Eh?... ¿Por qué? -dejó de caminar-

—Es sólo que éste pueblo me pone de malas y ese chico me pone aún más así.

—¿Y por qué te pone de malas? -lo miró con más atención-

—No tiene importancia y camina que hoy a demás de cuidarte tendré que hacer la comida.

—Claro que tiene importancia, dime Miiike -habló insistente mientras comenzaba a caminar-

El del parche suspiró molesto

—Sólo odio éste lugar y ya. -trató de ser lo más cortante posible-

—Tal vez no lo odiarías si tuvieras aunque sea un amigo, podrías tratar de no ser un gruñón todo el tiempo y hablar con ese chico.

—Prometo hacerte nuggets si paras de hablar y preguntar de ésto.

La menor bufó pero aceptó pues los nuggets eran su comida preferida.