꧁Capítulo: 27꧂

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NADIA
"En silencio podemos escuchar los crujidos de las pisadas, el viento golpeando las ventanas y las voces ocultas a nuestras espaldas"

Muevo mi pie izquierdo de arriba hacia bajo mientras mantengo mis brazos cruzados, suspiro cansado, pero me intriga saber qué sucede. Dasha muerde sus uñas y toma asiento cuando se cansa de esperar de pie. Yael come su manzana tranquilo y observa a su hermano, quien mantiene su ceño fruncido escuchando a Arla.

— No puedo creerlo —dice la bruja— fue de muy alto riesgo ir al mundo angelical solo por esta sangre...

— Ya te explicamos el porqué —corta rápidamente Itzan.

— Pudieron habérmelo dicho y yo sería quien la buscara —llena el envase de cristal de la sangre recolectada y gruñe— la guerra pronto comenzará y deben cuidarse.

— Sabemos pelear —dice Yael.

— Ajá.

Arla mueve su cabeza negando mientras que nosotros cuatro esperamos que termine de preparar la poción.

— ¿Funcionará? —pregunta Dasha.

Arla detiene sus movimientos y deja escapar un sonoro suspiro.

— Sería la segunda vez que lo intento —ella levanta su cabeza y nos observa— trataré de dar lo mejor.

— Bueno —llamo la atención de los demás— me imagino que tomaste los errores de aquella chica... tal vez no repetirlos nos lleve a esa curación.

Arla asiente y sigue con su magia.

— Puede ser —dice luego de unos segundos— debes traerla Itzan.

— Puedo salir ahora —su emoción es evidente— espero que no se complique durante el trayecto.

— Cuando ella esté aquí ya tendré todo —Arla le asegura— ahora ve a buscarla.

Itzan sale de la habitación y yo lo sigo con la mirada hasta que dejo de ver su enorme espalda. Miro otra vez la escena y veo como Dasha se sienta a mi lado y suspira cansada.

— ¿Crees que fue buena idea? —susurra preocupada.

— Tu hermano la ama —le aseguro según lo visto.

Ella tuerce su boca poco convencida cosa que me hace fruncir mi ceño.

— La verdad... —se queda en silencio unos segundos— peleaban muchos y Kala es muy problemática.

Dasha cruza sus brazos y los deja encima de su pecho.

— Recuerda que también tiene el veneno, es normal que actúe de esa forma.

— No, Nadia —Dasha se gira para enfrentarme— la he visto por varios años y es demasiado controladora.

— Bueno —muevo mis dedos aburridos— Itzan tampoco es alguien tranquilo.

Ella ríe un poco y sigue mirando lo que hace Arla con la sangre que conseguimos.

— Itzan es muy... —mueve su mano derecha buscando las palabras correctas— peculiar.

Ahora soy yo la que me rio de las palabras de Dasha.

— Creo que peculiar sería una palabra corta para él —dejo de reír cuando noto que Arla requiere de concentración.

Dasha se queda unos segundos en silencio observando lo que sucede en la habitación sin borrar su sonrisa.

— Sabes —llama mi atención— cuando Itzan se presentó en el palacio como el nuevo príncipe de Désert admito que quería matarlo.

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