INEFABLE

꧁Capítulo: 22꧂

♾️NADIA♾️
"Lo peor de la caída es cuán bajo has caído porque eso es lo que tomará levantarse"

Miraba con asco la comida que se encontraba enfrente de mí, movía la cuchara de un lado a otro y tomaba suspiros para imaginarme el sabor del que ya estaba acostumbrada. Tomo la copa de vino que se encuentra a mi izquierda y me obligo a tragar el repugnante alimento.

—... Y es por eso que puedo viajar a otros mundos —Yael le sonríe a su padre— ¿qué piensas?

Su padre asiente luego de haber escuchado el extenso relato de su hijo menor.

— Que deberías instruirte más en la historia de los mundos —Dasha e Itzan ríen mientras que Yael rueda los ojos— debes empezar a independizarte.

— Por eso quiero descubrir mundos —Yael termina su copa de golpe.

Les explico lo que sucede. Luego de que el maestro me mostrara su reino, nos llamaron, ya que debíamos comer y prepararnos para el emocionante día de mañana —y seré presentada hacia los otros demonios— así que me emocione bastante hasta que conocí sus gustos peculiares por alimentos... descompensado. Más tarde entraron los tres hijos del maestro, quienes discutían por las decisiones de Yael, quien quiere viajar a otro mundo para buscar a su amada.

— Mejor busca otra cosa —el maestro pide que le sirvan otra copa— tal vez aprender de tu reino te ayude.

— Eso ya lo sé —Yael bufa— además, Itzan sale a cada rato de nuestro mundo y no le dices nada.

El mencionado quien estaba comiendo detiene su acción para levantar la cabeza y fruncir leve su ceño.

— Yo cumplo misiones del reino —lo señala con el tenedor— tú pierdes el tiempo, eso es diferente.

— ¡Trajo a una diosa!

— ¡Porque necesitaba mi ayuda!

— ¡Pero yo también quiero traer una!

— ¡¿Acaso no entendiste todo?!

Ambos siguen discutiendo mientras que Dasha rueda los ojos. El maestro se prepara para replicar cuando una voz femenina interrumpe la disputa.

— ¿Y este escándalo? —una mujer aparece de la nada y llega hasta el lado del maestro— hola cariño.

La mujer era extremadamente hermosa. Era rubia y mostraba ciertos dibujos peculiares en su piel donde algunos eran palabras como símbolos. Su vestimenta era casi reveladora y no pasaba desapercibida debido a su coquetería y elegancia, llegando a un punto de superar a mi propia madre, quien gobierna por su indefinida belleza.

>> Tú debes ser Nadia —me sonríe emocionada— me llamo Sedless, esposa, reina y madre de esos mocosos.

Los mencionados ríen y vuelven a retomar sus antiguas posiciones. Yo aprieto mis labios y asiento en modo de saludo, aun así ella no me quita los ojos de encima.

>> No seas tímida Nadia, yo seré tu nueva madre —toma la mano de su esposo y le sonríe— ¿por qué discutían?

El maestro termina de masticar su alimento y se gira para contemplar a su esposa. Levanta la vista hacia sus dos hijos varones y bufando comienza a relatar.

— Yael quiere viajar a otros mundos para traer a una diosa como Itzan, pero ya le he explicado que esto es por términos diferentes —explica el maestro agotado.

Sedless ríe por la situación mientras que su esposo rueda los ojos.

— Yael —Sedless lo llama— Itzan lo hizo para ayudar a su amiga, no porque está enamorado.