trece

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• Kim Taehyung •

Sabía que de alguna forma esto iba a suceder. Después de que conociéramos a la bella Yoori y de pasar tiempo con ellos, Hanika y yo volvimos a casa por la tarde de un día sábado. En un completo silencio. Estaba impaciente, ansioso y seguramente ella sabía lo que ocurría conmigo por eso no habló en ese instante cuando estaba manejando.

- Detén el auto- Ordenó ella seria.

Bueno, eso para nada me lo esperaba.

Obedecí con el corazón a mil por hora, sentía que me daría taquicardia ahí mismo. Escuchar a Hanika de esa manera me estresaba, no sabía si estaba molesta o si estaba siendo seria simplemente y es porque nunca actuaba así.

Ella se acomodó en el auto para tenerme de frente y yo imité su acto casi temblando, supuse que quería hablar del tema porque su expresión era la misma que la última vez que hablamos de ello.

Impaciente, esa era otra forma en la que me sentía al ver cómo sus hermosos ojos no me veían directamente a mi y como sus dedos estaban inquietos sobre su regazo.

- Quiero que me prometas que vas a compartir después de que concluya esto lo que opinas al respecto y yo te prometo que te contare absolutamente todo- Esas palabras hicieron que cada uno de mis músculos se contrajeran, pensé que titubearía al decir cualquier cosa por su comportamiento físico, pero como ella estaba ante mí era contradictorio a como estaba hablando- Si no lo prometes no podré continuar con todo esto, por favor, promételo.

Que intenso.

Pero qué tan terrible podía ser? No creía que haya algo que Hanika hiciera que me haga apartarla de mi vida así como así. Yo realmente la amaba. Por ello asentí tomando una de sus manos, me preocupaba verla como se estaba haciendo daño en la palma de esta con las uñas de debido a seguramente su ansiedad.

- Confía en mi, soy todo oídos.

- Bien- Suspiró y supe en ese instante que comenzaría directamente- Necesito que pongas mucha atención.

- Tranquila, continua- Le sonreí.

- Es una historia larga, extremadamente larga que puedo resumir en dos pequeñas frases y según yo, es lo más difícil de creer.

Recuerdo que dijo algo como eso cuando encontré por primera vez aquel antiguo y viejo papel, fue la primera vez que la vi de esa forma tan seria y determinada. Estaba muy expectante a lo que fuera a decirme.

- Tengo un hechizo y una maldición en mi, el no poder ver colores eternamente - Dijo mirándome directamente a los ojos.

Quedé helado.

No, peor aún.

Congelado.

Si me lo preguntan, por supuesto que no le creí en un inicio, creí que estaba jugando. Hechizo? Un hechizo eterno? De que rayos estaba hablando? Hanika amaba leer, ya saben, estudiar mucho y también leer algunas historias de fantasía, pensé por unos instantes que quiso jugarme una broma pero su mirada no decía que estuviera causándole risa mi expresión de desconcierto.

Debió ser porque no tuve nada que decir o por aquella misma expresión que continuó.

- El hechizo es el ver todo en monocromático y l-la maldición p-pues... no poder envejecer ni tampoco morir- Ahora estaba titubeando, pero debía ser porque no movía ningún músculo, solo podía pestañear y difícilmente respirar, es que estaba completamente asombrado.

Pasaron no lo sé, tal vez dos minutos? Un par más? Pero no pude decir nada, sencillamente no podía, estaba en completo estado de shook y es que simplemente no me lo podía creer. Cómo es que no me lo dijo antes? No, la pregunta realmente es... Planeaba decírmelo algún día? Tal vez si, si estuviera en su situación asi me sería difícil decirle algo como esto, puedo entenderla al menos en ese sentido pero, no confiaba en mi?

Exponentia •kth•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora