Capítulo 30

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Nurbanu soltó un suspiro y miro a Kanfeda con enfado, la kalfa le había prometido que ninguna mujer iría a los aposentos de Selim nuevamente pero era falso, una nueva mujer había llegado para quedarse y eso le molestaba

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Nurbanu soltó un suspiro y miro a Kanfeda con enfado, la kalfa le había prometido que ninguna mujer iría a los aposentos de Selim nuevamente pero era falso, una nueva mujer había llegado para quedarse y eso le molestaba.

—No tengo muchas oportunidades y ahora se acaban más rápido con esas mujeres -suspiro.

—Kadin, luego de que de a luz deberá de pensar en tener una sultana... ella puede casarse con alguien importante - Nurbanu miro a la hatun y asintió.

—Para ello debo ir a la cama de Selim nuevamente.

—Claro...

—Pero tengo una mejor idea -tomó su velo y salió rápidamente.

Handan estaba en su diván comiendo dulces debido a sus antojos, las criadas jugaban con el pequeño Ahmed cuando la puerta fue tocada y una mujer que conocía muy bien ingreso a sus aposentos.

—¿Y ese milagro?

—Querida Handan, siento decirte esto -la mujer la miró y la invito a sentarse.

—No vengas con chismes - suspiro.

—Handan, se que tienes una alianza con Halime y se que trataron de engañarme - Handan dejo su plato y la miro —Pero Halime te ha engañado y te está haciendo daño, deberías de darte cuenta ya antes de que sea demasiado tarde.

—¿Que quieres decir?

—Halime esta viendo a una vidente y te está haciendo brujería Handan, tu bebé podría nacer deforme o simplemente naceria muerto - Handan se levantó rápidamente tirando su plato.

—No mientas Nurbanu.

—¿Por que debería hacerlo? Nos engaño a ambas -le enseñó un muñeco con unos alfileres en medio, en medio del cuerpo decía su nombre con sangre —Handan, puede que ya lo sientas, más cansada que antes, pesadillas e incluso te cuesta respirar.

Handan tocó su pecho y asintió, lo cierto era que Nurbanu había colocado de ante mano drogas en pequeñas cantidades en su té.

Sabía que ella y Halime habían confabulado, en un descuido de ambas escucho a Halime enfrentar a Handan por lo de la rebelión y eso hizo que se diera cuenta de la verdad, ahora haría que ambas se matarnos la una a la otra.

—¡Me las pagará! -grito antes de salir de sus aposentos, Nurbanu la siguió para ver como terminaba todo.



















—¡Me las pagará! -grito antes de salir de sus aposentos, Nurbanu la siguió para ver como terminaba todo

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Sultanas: Guerra por el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora