IX.

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Un día Lina no volvió antes a casa como era de costumbre. Eso me causó curiosidad pero estaba tranquilo porque ahora ella tenía amigos nuevos y vivía como no pudo hacerlo antes.

Así que por la noche preparé la cena aunque confiaba en que ella estaría bien, no podía evitar mirar la hora. La esperé hasta tarde por la noche cuando por fin llegó a casa.

Lina volvió muy borracha. Me apresuré a ella cuando cayó al piso, la sostuve por los hombros y la miré de frente para confirmar que no tuviera alguna herida.

En vez de eso, me topé con sus ojos. Estos ardían con un sentimiento nuevo, uno que jamás ví, mi estómago se revolvió hasta dejarme náuseas. Ella me miraba directamente y sonrió mientras decía que me amaba.

"También yo, cariño, ahora a la cama."

Perdóname si ya no te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora