XI.

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Pasaron días cuando por fin me di cuenta de que estaba experimentando lo que llaman "el mal de amor."

Y sí que era malo, hasta desquiciante algunas veces. Era como un taladro constantemente en el corazón y el tiempo parecía ir más lento, era desquiciante.

Lina ni siquiera lo notó y yo no me esforcé en hacerla participe de ello. Ella estaba feliz y eso era lo que importaba porque con esa intención hice mi promesa hace casi dos años y medio.

En las tardes, cuando estábamos juntos, dejaron de existir los abrazos, besos y hasta las risas. Varias veces intenté hacer que cambiara la situación pero no ocurrió, simplemente nada mejoraba. Ahora ver sus ojos me dolía, ella era feliz y yo no.

El dolor tomó un nuevo significado para mi.

Ella ama a alguien más y yo a ella.

"Yo ya perdí."

Perdóname si ya no te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora