X.

20 11 0
                                    

Lina no volvió a casa tarde desde esa vez. Dijo que no le gustaba beber, que lo hizo para experimentar. Eso me alivió.

Pero... ¿reconocen cuando tienen el presentimiento de que algo va mal aún estando todo "bien"? Pues, así me sentía.

Desde esa noche empecé a vivir con un sabor amargo que solo crecía cada vez que veía a los ojos de Lina.

Una tarde salí antes del trabajo por malestar físico, tenía fiebre y mareo, en el camino a casa pasé por frente una cafetería y la ví. Se veía feliz junto con sus amigos, se reía y jugaba. Sonreí sin poder evitarlo, sus ojos brillaban.

Unos segundos me quedé ahí observando y planee acercarme a pesar de mi malestar, entonces algo me detuvo. Algo como los ojos de mi amada Lina iluminados con ese algo que me ponía enfermo de inmediato. No quería pero noté al chico sentado a su lado y su ojos también...

"Así que, eres tú."

Perdóname si ya no te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora