Más que amigas, hermanas II (Amor & Desamor)

Capítulo 17

Cuando Mónica despertó lo primero que sintió fueron los fuertes ronquidos de su marido, se levantó de la cama y cubriéndose con su bata de dormir comenzó a recoger todo aquel desorden.
El pantalón, las medias, el cinturón, fue bajando las escaleras y recogió los zapatos y cuando va a subir cree haber visto la camisa, va la recoge y vuelve a subir las escaleras.
Como toda mujer enamorada de su marido, huele la camisa, y siente un olor que no tenía nada que ver con los que ella estaba acostumbrada a sentir y más en su marido.
Entonces un poco preocupada bordea la camisa hasta encontrar en el cuello, un beso con labial rojo.

¿Qué diablos está pasando aquí?
Era la pregunta que Mónica se hacía, sin pensarlo dos veces llegó a la recamara y su marido roncaba como sintonía.
Tomo el vaso de agua de sus pastillas y se lo lanza en la cara.

Mo- Despiértate hijo de tu pu!? madre.

Maximiliano dormido y con un solo ojo abierto no entendía que pasaba.

Mónica rápido cerró la puerta de la recamara y como fiera se lanzó encima de la cama.
Luego de pegarle dos buenas bofetadas, Maximiliano dio en sí.

M- ¿Qué te pasa Mamita, porque me despiertas así?  

Mo- Y eres tan descarado de preguntarme que me pasa, esto me pasa mira, esto es lo que me pasa (le mostraba la camisa manchada con labial rojo).

Maximiliano no recordaba absolutamente nada.

Mo- Habla caraj!?!?!?!?!?!, ¿qué diablos fue lo que hiciste anoche Maximiliano Ponce?
Hueles a perfume barato maldito, eres igual a todos, una falda más fácil y tiras todo por la borda.
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, (gritaba Mónica como loca golpeando el pecho de Maxi)
Me lo hiciste cabr!?, me fuiste infiel con la primera que más fácil se te dio, malditooooooooooo.

Maximiliano no sabía ni entendía que pasaba, y Mónica gritaba y lo golpeaba como loca.

Mo- Lárgate de mi casa, venga, lárgate que no quiero verte maldito, como fuiste capaz de traicionarme, yo que te he dedicado toda mi vida, te di todo de mí y me pagas con esto, poco hombre, como fuiste capaz de hacer semejante barbaridad ¿DIMEEEEEE, PORQUE LO HICISTE?
Vamos estoy esperando a que te largues de mi casaaaaaaaaaa, o te juro que no respondo Maximiliano.

De donde no tenía fuerzas lo levantó de la cama y así como se encontraba en calzones, lo sacó a empujones de la recamara.

Mo- Adelaidaaaaaaaaa, que los niños no entren a la casa, quiero a todos fuera de la mansión.

M- Mónica por favor, déjame hablar, te lo suplico.

Mo- No supliques nada desgraciado, si no tuviste los suficientes pantalones para resistirte a una noche de locura, tenlos ahora crjo para decirme que me fuiste infiel hijo de pu!?.
Lárgateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, no quiero verte, olvídate de mí y de tus hijos desgraciado, no mereces nada de lo que tienes, eres un zorro con careta de señor, y la palabra te queda demasiado grande.

Mónica corrió para la recamara y en dos pasos Maximiliano la alcanzó:

M- Déjame entrar Mónica por favor, vamos a hablar.

Mo- Veteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, no quiero saber nada de ti.

M- Mónica, si no me abres voy a tirar la puerta.
Mónica abre por favor.

Y dicho y hecho, derribó la puerta, Mónica no podía creer lo que había visto.

Mo- No me toques, no me toques con esas manos que tocaron otro cuerpo desgraciadooooooo.
No te me acerqueeeeeeeeeeeeeeeeeeees, aléjate de mí, déjame y vete por favor, no vez que más no puedo.