Más que amigas, hermanas II (Amor & Desamor)

Prólogo

Mo- No sé si fue una mala jugada del destino o una trampa de la vida, solo se que me colocó en un laberinto sin salida y soledad, con una herida profunda en mi corazón y muy difícil de sanar.
Porque yo, como cualquier otro, creí y creo en el amor, pero aprendí que nunca es demasiado tarde para dejar caer la venda que llevamos en nuestros ojos y hacernos un lindo lazo en el cabello.
Todos tenemos una historia que contar, un desamor, una perdida familiar, un difícil comienzo o un doloroso andar.
Quién en esta vida no ha cerrado los ojos llenos de lágrimas mirando al cielo, esperando un mañana mejor?
Yo aprendí a la mala, que cuando ves algo muy perfecto, hay que  preocuparse, porque no lo es, lo real, es totalmente imperfecto.
Y esto solo lo aprendí con el recuento de los daños, con esos pedacitos de ruinas de mí, que me ayudaron a volver a levantarme, a estar aquí de pie y con muchas heridas en mi alma,  pero esperé el tiempo necesario para que sanaran y fueran la cicatriz de que yo si se entregarme.
Mi vida no ha sido el cuento de hadas que todos creen, ni soy la mujer perfecta que todos idealizan.
Soy un ser humano como tú o tú, con defectos y virtudes que cada día se levanta con la fe de aprender lo desconocido, con el corazón en la mano.
Nada es para siempre, y vivimos prestados para darnos el lujo de perder el tiempo.
Amen de verdad, intensamente, perdonen,  liberen su alma, y entreguen todo sin recibir nada a cambio, sin temor a las consecuencias.
Y aunque existan caídas, hay que volver a levantarse y seguir, porque nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo...
Pero sobre todo agradezcan, aunque la vida te ponga mil barreras, aún respiras, aún caminas, aún sientes y mientras todo eso exista, aún queda camino por andar.
Recuerden siempre que:
“Cada historia vivida, es un territorio ganado.”

La vida tristemente se va en un suspiro, rendirse es lo único que no está permitido.