Capítulo 16

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La mejor forma de rendirle tributo a la Gran Mariam´s Lezcano era levantando el ánimo y recordándola en sus mejores años.

Mari siempre decía: “Recuérdenme en las sonrisas, en las lágrimas postizas de mis novelas, en mis retratos buenos y malos, escuchen mis pocas canciones, lleven su mano al pecho y griten fuerte, AQUÍ TE TEMENOS MARIAM´S LEZCANO”.

Y con esas palabras y lágrimas en los ojos Mónica y Melody terminaron la presentación del libro: “Esta soy yo, Mariam´s Lezcano”.

Mónica abraza a Melody queriéndole evitar cualquier tipo de angustia.

Mo- Lo hicimos Nenuca, lo hicimos.

¡¡¡Vivirás eternamente en nuestros corazones querida Mariam´s!!!

Gritaban a toda voz los fans que se encontraban en la plaza.

Muy al final del murmullo de los presentes, se escuchaba una suave música, solo se entendía el tarareo que el viento hacia volar:

“Nana nanana, nananinananana, nanaaa”

Los ojos de Mónica se llenaron de lágrimas al sentir la melodía, era la sonata de Las Flores Silvestres que tantas veces Mariam´s tarareo, nunca supieron de donde provenía el sonido, pero lo que si sabían era que Mari estaba ahí con ellas, en la presentación de su libro.

Decidieron ir para la mansión a descansar, después de un día tan agotador.
Todavía se sentía el aroma de Mariam´s por la casa, su delicioso perfume Paloma Picasso, estaba en todas partes.
Solo habían pasado cinco meses desde que le dieron el último adiós a Mari y aún parecía una pesadilla.
Que difícil se les hacía no tenerla cerca, Moni aún no se acostumbraba y Melody estaba tan nena que había muchas cosas que no entendía.
La llevaron con los mejores psicólogos y terapeutas de México, ellos serían los encargados de ayudar a salir del túnel sin fin en el que podría caer la niña, y así fue, la niña jamás sufrió de depresión y no notó hasta cierto punto la falta de su verdadera madre, ella tenía a la Tía Moni, que era más que su mamá.

Mo- Tu mamá nos cuida desde el cielo mi amor, ella es nuestro angelito de la guardia.

Me- Tía, ¿yo volveré a ver a mi mamá algún día?

Mónica casi sin respuestas, alcanzo a decir:

Mo- Ella siempre va a estar en ti aunque no la puedas ver.
Siempre que necesites sentir a tu mamá, ahí está su recamara con todas sus cosas tal y como a ella le gustaban, ve, conversa con ella y nunca dejes de decirle que la amas con todo tu corazón, princesa de mi alma.
Desde el cielo tu mami te bendice mi amor, ella es ese rayito de sol que se asoma todos los días en las mañanas en tu ventana a despertarte, tu mamá es la fuerza para seguir mi niña, por ella tenemos que poder.
Cuando tú seas más grande, yo te contaré todas esas cosas que tu mamá no pudo, ahora me tienes a mí, a tu tío Maxi, a tu papito Carlos, a tu abuelita Aurora y a tus primos, nosotros somos tu familia mi amor y nunca, nunca te vamos a dejar.
Ahora descansa mi vida, ya es hora de dormir, te quiero tanto mi amor amor.

Me- Yo más tía, descansa.

Mónica disminuyó la intensidad de la luz de la habitación, y sin hacer mucho ruido salió.
Se arrodilló en el suelo del pasillo de las recamaras y besando el suelo se ahogaba en sollozos.

Mo- No puedo más Dios mío, porque me la arrebataste, dime, que te hicimos para que nos pagaras así.

Tirada en el suelo, Moni siente una voz, era su hijo mayor.

C- Mamá, ¿por qué lloras?, no me gusta verte así nunca y menos en el suelo.
Es por mi tía Mari que estas así, ¿verdad? 

Mo- No pasa nada mi amor, mamá está bien, duerme mi niño chulo.

Más que amigas, hermanas II (Amor & Desamor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora