#005

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— Habla ahora Asmodeus, puedes ser honesto. — dice Iruma con un tono somnoliento. — ¿Cómo fueron capases de descuidar tu dieta por el trabajo? .  Les pedí que cuidaran de todos.

¿Qué mierda?. ¿Descuidarme?. los tengo todas las malditas horas pendientes a mí. Tengo que decir algo, o todos saldrán heridos por este loco.

— No es culpa de nadie.

— ¿No?.

— Así es, es culpa mía.

— Entonces ¿Por qué tu estomago hizo ese ruido?. 

Por culpa de un pequeño demonio que crece dentro de mí y no deja que la comida se mantenga adentro. Pero estoy pasando un momento vergonzoso y donde mi cuello puede rodar por el suelo dependiendo a lo que responda. Eso quiere que le diga..

— Últimamente me sentía mas pesado, así que cambie un poco mi dieta. 

Al oír mi respuesta la expresión de Iruma-sama cambio. Su mirada rígida me pone a templar por dentro.

— No necesitas perder peso...

¿Qué?.. No lo hago porque quiero, solo que mi pequeño bip no colabora. Nunca había descuidado mi alimentación, pero ahora tenía una excusa. Tan metido en mis pensamientos estaba que solo miraba como iruma movía sus labios y murmuraba algo.

— tks.. Siéntate.

—¿Eh?

— No suelo repito las cosas. — Cuando volví a preguntar, Iruma apretó los puños y soltó un suspiro. — Por ultima vez, que te sientes en la silla.

Dudo un poco, pero me levanto del suelo y me siento en la silla que Iruma me señalaba. Tengo miedo de levantar la vista ya que él se encuentra justo al frente.

— Opera.. — dice Iruma.

¿Opera?.. De la sombra de Iruma-sama aparece un demonio de pelo rojo con un flequillo de corte recto y una trenza corta; y un par de pelos rojos que sobresalen de su cabello parecidos a los de un gato. Además de unas orejas puntiagudas. Cejas negras pequeñas y gruesas; y una tez pálida. También tiene una cola negra parecida a un gato. Vistiendo un chaleco rojo sobre una camisa blanca y una corbata a rayas rojas y blancas, y un pantalón de vestir azul. ¿Opera?.. Opera-sama, una de las tres sombras que lo protegen y uno de los familiares que sobrevivió junto a lord Soullivan.

— Deme su orden Iruma-sama. — dice el demonio, que esta parado detrás de iruma.

— Trae comida, especialmente postres con mandarinas. — ordena.

A sus palabras, el demonio desapareció y a los segundos entraron criados que empezaron a traer comida. Budines de mandarinas, flanes,gelatinas,cremas,etc todo a base de mandarinas. Ademas de carnes brillantes,ensaladas y sopas. La mesa se llenó de comida. 

— Come. — ordeno Iruma.

"Maldito desquiciado"..  Quiero vomitar en este instante. Comencé comiendo el budín de mandarina que tanto deseaba. ¡Carajo, que bueno esta!.. Comí todo lo que pude y lo que me dejo mi pequeño demonio,pero todo esto era demasío. Lo que había comido,quiere escaparse de mi estomago.

— E- estoy sa...

— Te he dicho que comas. — murmura — Solo has picoteado y no comiste nada. —Su tono era frío, y no mostraba signos de querer aflojar.

— Uff.

Trato de respirar tranquilo y levantó mi cuchara con mi mano temblorosa. Sentía como si estuviera sudando por mis ojos. En este momento desearía que me mandaran a derribar un ejercito entero de demonios solo, tener un enfrentamiento con cerbero y tener un duelo con el guardián del valle, que soportar esta comida. Así que cierro mis ojos y  con todas mis fuerzas me llevo a la boca la cuchara con sopa. Siento como todo vuelve a subir por mi garganta y tengo el miedo de que si abro la boca iba a salir todo.

Con muchísima paciencia me termino la sopa, cucharada tras cucharada. Mi estomago retumbaba cada vez mas fuerte. Pellizcaba mis muslos por cada vez que rugía mi estomago tratando que con el dolor sea mas fácil de aguantar las ganas de vomitar.  Levanto la mirada hacía arriba,casi suplicándole que me dejara ir con los ojos; pero Iruma me seguía mirando con una mirada fría.

—Ni se te ocurra levantarte hasta que hayas terminado todo.

"Déjame ir, demonio desquiciado".. Cuanto mas tiempo pasaba luchando con la comida, mas ganas tenia de saltar sobre sobre él y arrancarle la garganta con mis colmillos. De repente Iruma chasquea la lengua y dice.

— Entren, Valac y sabnock.

Inmediatamente, Clara y Sabro entraron y se arrodillaron.

—Es culpa nuestra, no cuidamos adecua mente de nuestro compañero.— Ambos por sus miradas parecían sorprendidos y no los culpo.Quien iba a imaginarse que después de lo que hice, me encontraría sentado delante de una mesa llena de comida.

—Lo dejare pasare por esta vez. — Dice iruma.

— Agradecemos la amabilidad de su majestad.

—Para evitar que esto vuelta a suceder en el futuro, he decidido mover todas las cosas de Asmodeus a mi despacho. Lo vigilare hasta que se encuentre en mejores condiciones. Así que empiecen a trasladar todo ahora.

¿Qué es lo que acabas de decir?.. Tu.. tu  demonio desquiciado ¡deja de molestarme!. Ahora dices que quieres mantenerme vigilado. ¿Qué haré ahora?. Esto es una jodida mierda. Mire a Clara y a Sabro con la esperanza de que persuadan a Iruma de su orden, pero estos aceptaron y antes de que se retiraran me miraron sonriendo. ¡Malditos traidores! solo les faltaba levantar sus pulgares y desearme buena suerte. Quiero llorar y terminar con esta tortura.

— Ya puedes terminar. Ahora ve a empacar tus cosas. — murmura iruma — Espero con ansias en compartir el espacio contigo. Nos divertiremos mucho, Asmodeus.



666 [Iruazz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora