La Canción ||Zalgo|| [#Creepyawards2016]

II.

EN cuanto llegó a casa su madre la recibió con seriedad y profesionalidad. Dudosamente se podría decir que aquella mujer era su progenitora, pues apenas lo aparentaba algunas veces.

Comió lo más rápido que pudo y se dirigió a la sala especial, para seguir cumpliendo con sus misiones.

En aquel punto, su propio hogar la estresaba más que el instituto, al contrario que la mayoría de adolescentes de su edad. No podía estar tranquila ni un segundo.

Cuando llegó, se encontró con su padre, limpiando su espada, que casi pesaba más que ella. Él alzó su vista y se puso de pie. Le entregó el arma con cuidado y cogió una para sí mismo. Y así comenzaron a entrenar.

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Todo comenzó hace siglos, hace milenios. Y, a su vez, casi diecisiete años atrás.

Contaba una leyenda sobre un elegido, quien al cumplir los 17 llevará a cabo su misión. De las siete bocas que tiene el Demonio Mayor, seis hablan en diferentes idiomas y, cuando llegue el fin de los tiempos, la séptima cantará. No tiene sentimientos ni realidad. Espera detrás de la pared, a que llegue su día. Es una entidad alejada de este mundo. Es caos, destrucción, locura, miedo. El mundo vivirá en paz cuando éste sea destruido, misión que el elegido debe llevar a cabo.

Matías y Sandra estaban bien enterados de la leyenda, pero jamás se hubiesen imaginado que su hija fuese a ser la elegida. El símbolo de un círculo tachado en su hombro izquierdo lo demostraba. Y sabían que eso requería mucha responsabilidad. Investigaron mucho, para que así su hija pudiese tener todas las de ganar cuando el gran días llegase. Pero seguían siendo padres, y temían por lo que a su pequeña le pudiese llegar a pasar.

Recibieron noticias sobre un alma letal para el Demonio Mayor, Satanás mismo. Tardaron doce años en encontrar y obtener a Oglaz, una espada de plata, acero, y material del cielo y del inframundo, con empuñadura de diamante. Indestructible. Oglaz era el único arma capaz de derrotar al gran Señor de la Oscuridad, pero si él se hacía en su poder, cosas peores que el fin del mundo podían llegar a ocurrir, indescriptibles.

-Se llamará Rojo. Porque rojo es pasión, rojo es poder. El rojo es un color llamativo, pero que a su vez infunde cierto miedo. Rojo es el mejor nombre para ella -había dicho su madre.

Incluso a pesar de haber deseado llamarla Noemí, supo que Rojo le convenía más.

Había recibido a Oglaz junto a un escudo de acero y material del cielo, que le repelía, poco después de cumplir sus quince primaveras.

Su padre la había estado entrenando desde que ella tenía memoria, y cada vez más intensamente. Se sabía todos los pasos de memoria. No debía hablar con él, ni una sola palabra. No debía mirarle fijamente y, si era necesario, que cruzase los ojos. Debía prestar atención a todos los movimientos del enemigo. Iba a ser difícil, y le había costado varios años ser capaz de dominarlo.

Pocos se hubiesen creído que ella fuese a ser la elegida, incluso Matías y Sandra lo habían estado dudando mucho tiempo, hasta que apreciaron como ella fue capaz de sujetar a Oglaz sin mucho esfuerzo, cosa que pocos podían hacer. Casi todos estaban enterados de la leyenda, muchas veces tomada como cuento popular infantil, pero jamás se imaginaban que la elegida sería una persona tan aparentemente común.

Por todo lo demás, su vida era completamente normal.

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Los nervios la consumían por dentro. Iba a ser el pilar de todo el planeta. Un solo paso en falso y todo se iría al traste. Debía ser perfecta.

Si os fijáis bien...
LA RAYIS APARECE EN ESTA HISTORIA
¿Veis ahí arriba la raya de separación y tal?
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Bueno, dejando de lado estas gilipo**eces, iba a subir mañana, pero al final conseguisteis convencerme para que lo subiese hoy >.>

Malagente

Va, espero que os haya gustado el capítulo y esperéis con ansias el siguiente (͡° ͜ʖ ͡°)