XIII.

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La policía comenzó a interrogarla sobre todo lo que había pasado exactamente. Se habían encontrado al violador muerto, por un ataque al corazón. Había aparecido con un pequeño charco de sangre seca, que más tarde se identificó como la del muslo de Rojo.

Tuvo que contarles todo lo que pasó. Que en aquel momento no le habría importado morir. Los únicos que lo sabían todo eran sus padres.

A los pocos días tuvo que volver a ir a clase. Todos se habían enterado de su traumática experiencia. Algunos fueron prudentes y no decían nada, pero otros le preguntaban hasta el más mínimo detalle. Al principio les respondía cosas irrelevantes o decía que no se sentía como para hablar de ello, hasta que se hartó y les mandó a todos a tomar por culo. Y así de a poco pararon.

El médico le recetó unas pastillas para calmar el dolor. Las tenía que tomar cada doce horas, después de comer. Había elegido a las ocho, y así le pillaba tras el desayuno y la cena, aunque esta última tenía que adelantarla un poco.

Aún estaba realmente traumada. No se atrevía siquiera a mirar a Zalgo, la canción sonaba cada vez más alto y las pesadillas de todas las noches trataban sobre la violación. Además, siempre que alguien tan siquiera le tocaba, ella pegaba un brinco por el susto.

Habían decidido mandarle a un tratamiento psicológico. Ella también deseaba superarlo lo antes posible, pero le costaba mucho. Siempre que tenían oportunidad, las imágenes y recuerdos pasaban por su cabeza, recordándoselo una y otra vez sin parar.

También le hicieron pruebas de embarazo, por si acaso. Tuvo suerte de que nada hubiese pasado respecto a ello.

Se sentía tan torturada. Había pensado tantas veces en cumplir los deseos del demonio.

¿Valía la pena todo aquel sufrimiento? ¿Todas las pesadillas y noches en vela? ¿Vivir atada al ser más repugnante que jamás pudiese llegar a existir? ¿Valían la pena los abusos, las torturas? Se preguntaba continuamente. Pero luego pensaba en todos aquellos que, habiendo sufrido cosas peores, seguían adelante, con más energías que nunca.

No podía rendirse. La vida de todos los habitantes de aquel planeta estaba en sus manos. Ella era el pilar de todo. Si ella se derrumbaba, todos los demás caerían también.

Tan solo tenía que aguantar.

Siento mucho haber tardado en actualizar y que el capítulo sea el más corto de todos, he estado teniendo un par de problemas personales y apenas pude escribir u.u

Pero los importa por que ya teneis vuestro capítulo del sábado el domingo :D (?)

Ya solo faltan dos capítulos para el final *-*

Nos vemos :3

La Canción ||Zalgo|| [#Creepyawards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora