"LONDRES, AÑO 2012"

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Seis años después, en la actualidad.

_ ¡Esto es un martirio, no soporto estar cerca de ella! _ me vuelve a insistir la voz al otro lado del teléfono. Llevamos así cinco minutos desde que me despertó, aunque no sé de quién me habla. Es lunes, dentro de poco debo ir a trabajar y aquí sigo, tratando de prestarle atención a la conversación, algo difícil si contamos con que sigo medio dormida.

_ Sigo sin entender el problema_ el individuo resopló exasperado.

Luego de enterarme de que mi abuela había sufrido un infarto, decidí al instante quedarme a vivir con ella. La aludida intentó hacerme volver adjudicando que se encontraba mejor, sin embargo, su estado era muy débil y con ayuda de Enrique vendí mi casa en Madrid y empecé a trabajar en un hospital aquí en Londres; no pensaba volver a dejarla sola.

Dos años después murió, eso me devastó. Sus enseñanzas y palabras de ánimo mientras vivía, aun cuando sus fuerzas se desvanecían, me ayudaron a no hundirme en el dolor y con el apoyo de mis amigos, de Eric y en especial el de Enrique, quien tras lo ocurrido vino a visitarme para estar a mi lado, salí adelante. A pesar de haber transcurrido hace ya algunos años, a veces me encuentro recordando lo vivido en ese tiempo en Madrid y la felicidad que me embargaba al estar al lado del hombre que amaba y del pequeño que tanto quería.

_ Llevo explicándotelo un buen rato y no me prestas ni atención, así es imposible hablar contigo_ me acusa.

_ ¡Qué esperabas! Me despertaste a las seis y media de la mañana cuando debería estar en la cama y estás dándome la charla del siglo sin tan siquiera dejarme tomar un poco de café.

_ Pues espabila, esto es de suma importancia_ sigue insistiendo_ Papá se buscó otra novia más tonta que la anterior y yo no la soporto, no es que sea mala, simplemente no hacen buena pareja_ oir a Eric y por fin entender por qué tanta algarabía me encoge el corazón.

Pude haber aceptado mi ruptura con Enrique, incluso haberla superado un poquito (pero solo un poquito), no obstante, eso no quita, ni mucho menos cierra, el enorme agujero de mi pecho cuando me entero de sus nuevas aventuras con otras mujeres.

_ Eric, esa mujer seguramente trata de caerte bien, si no le das una oportunidad cómo sabrás si te gusta o no_ le digo, en vez de apoyarlo para alejar a esa, del hombre que amo.

_ No pienso darle ninguna oportunidad. No puedo creer el mal gusto de papá, es rematadamente fea. Tú eres mil veces más bonita_ no pude evitar soltar una carcajada.

_ Voy a tener que encerrarte en un cuarto oscuro para proteger a las chicas de “tus encantos” y en cuanto al tema que nos ocupa, nunca te he oído hablar bien de una sola novia de tu padre. Sé cuánto te hubiera gustado que tu madre siguiera viva y se encontrara a tu lado, pero eso no es posible cielo y me prometiste hacer feliz a tu padre, quererlo y tratar de aceptar sus decisiones_ le recordé. Me había hecho esa promesa la primera vez que se enteró de una de las novias de Enrique.

Cuando lo descubrí, tras la llamada histérica de Eric, el corazón se me partió en mil pedazos, en ese entonces todavía creía que teníamos una oportunidad de seguir juntos. A pesar del dolor que me causó descubrir eso, le hice prometerme que apoyaría a su padre y trataría de entender que él necesitaba a alguien a su lado para compartir los malos y buenos momentos.

_ Lo sé, pero no me gusta, esta chica no se parece en nada a mamá_ suspiro poniéndome la mano libre en la frente y mirando al techo.

_ Ninguna de ellas será como tu madre y Enrique no las va a querer como la quiso a ella, pues siempre será especial y un pilar importante en su vida porque juntos te concibieron a ti. No te pido que quieras a las novias de tu padre, ni mucho menos las llames mamá, solo te pido que intentes comprender a Enrique.

UN AMOR ETERNO~ LIBRO IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora