"NO LOS ODIO"

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Dedicado a BeatrizRH22, gracias por tu apoyo mi hermanita.

_ ¿Mamá, papá? _ no entendía nada. “¿Qué coño están haciendo mis padres en mi casa a estas horas de la mañana?”.

_ Hola hija, ¿no nos invitas a pasar? _ dijo mi madre. Una mujer alta, con el pelo rubio atado a una coleta en lo alto de la cabeza, una bonita sonrisa, y unos ojos verde esmeralda iguales a los míos. Aún confundida me hice a un lado y los dejé entrar.

_ ¿Qué hacéis aquí? _ les pregunté sin ocultar mi malestar por verlos.

_ Vinimos a ver a nuestra hija, hace tiempo que no hablamos_ dijo mi padre. Un hombre fuerte, de pelo castaño, el cual yo heredé, y una bonita sonrisa. Si hace unas horas cuando hablaba con Enrique estaba colérica, ahora estoy que me subo por las paredes.

_ Más bien querrás decir "hace ¡años! no hablamos", no os he visto desde que tengo dos años_ les recuerdo_ Ah, bueno sí… en contadas ocasiones cuando los dos querían alejarse del trabajo, entonces sí que se acordaban de la hija que dejaron abandonada_ les dije furiosa.

_ No digas eso, no te abandonamos. Te quedaste con mi madre, tu abuela y
nunca te faltó nada_ me dijo mi madre sin perder la calma.

_ Así es. Si no hubiera sido por su amor y cariño hoy no sería la mujer que soy. No sé qué hacéis aquí ni qué coño queréis, pero pueden estar seguros de algo, no obtendrán nada de la abuela_ les dije.

A pesar de tener dinero, siempre
encontraban alguna excusa para quitarle más dinero a la abuela; solo son unos interesados egoístas.

_ No te concierne decidir a tí eso, ella era mi madre, por tanto, algo de su
herencia me corresponde por derecho_ sentenció mi madre.

_ Escúchame bien egoísta idiota, mi abuela me lo dejó todo a mí y no piensen que yo seré como ella y que os entregaré algo. Pueden ser mis padres y hasta el mismísimo rey de España, que nunca, pero nunca y eso se los prometo, nunca, obtendréis ni un centavo más de ella mientras yo viva_ dije soltando chispas por los ojos.

No recuerdo cuando fue que empecé a odiar a mis padres, pero desde entonces no puedo estar cerca de ellos. Supongo que luego de sentir tanto rechazo por su parte, el poco cariño que les tenía se esfumó. En ese momento Enrique entró en la sala y se puso a mi lado sosteniéndome por la cintura y acercándome a él para darme ánimos. Mis padres lo miraron de arriba abajo.

_ Y este, ¿se puede saber quién es? _ preguntó mi padre. Iba a hablar, pero Enrique se me adelantó, su respuesta me dejó con la boca abierta.

_ Soy su esposo, es un placer_ mis padres me miraron y yo aún sorprendida asentí.

_ Sí, papá, mamá este es Enrique, mi esposo, Enrique mis padres Dylan y Aida_ dije haciendo las presentaciones. Enrique ni siquiera les tendió la mano, solo hizo un leve movimiento con la cabeza a modo de saludo.

_ Bueno no importa, para serte sinceros solo vinimos a verte, no queremos nada de Mónica. Pensamos que como somos la única familia que te queda, serías capas de por fin hablar con nosotros sin recriminarnos nada, perdonarnos y dejar de odiarnos_ dijo mi padre, como quería él que hiciera eso. En sus rostros puedo ver que dicen la verdad, aun así…

_ No se lo merecen. El día del funeral los llamé, a pesar de todo quería tenerlos a mi lado, que me dieran su apoyo, pero ustedes estaban muy ocupados para venir ¿En serio quieren que deje de odiaros y os perdone? _ les dije incrédula.

_ Sí_ dijo mi madre. No respondí, solo me di la vuelta cogiendo mis llaves que estaban sobre la mesa y salí de la casa. El aire fresco me golpeó en el rostro y a pesar de hacer frío no me importó, sinceramente quería alejarme de mi casa.

UN AMOR ETERNO~ LIBRO IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora