Dedicado a Basummers2020, gracias por todo tu apoyo.
Ya es diez de junio. Hoy en la noche las chicas, Juan, Enrique y yo nos dirigiremos a un club a tomar algunas copas. Por suerte logré convencer a Eric de que lo mejor para él era quedarse, hace poco de su ingreso en el nuevo colegio; diez días para ser exactos (¿no os da gracia la coincidencia de fechas? A mí sí) y debe ponerse al corriente de todo.
En realidad, la salida es solo una excusa que utilicé, necesito salir de casa y la mejor forma de hacerlo sin levantar sospechas es yendo a una fiesta. Es viernes y mañana no trabajo; pretendía ir sin Enrique, necesito alejarme de su alcance, para mi desgracia no logré convencerlo de acompañar en casa a Eric. Por suerte para mí, en el club podré encontrar a alguien con quien pasar la noche bailando y así poder separarme de su lado.
La convivencia juntos se ha vuelto muy difícil, me besa a cada rato, me abraza o acaricia. Cuando intento evitarlo las fuerzas me fallan y así no puedo continuar. Tal vez si logro terminar la noche con otro hombre en la cama pueda olvidarme de su tacto.
_ ¿Noa vas a ir a almorzar? _ me preguntó Silvia entrando en mi consultorio. Extrañada miré la hora y me sorprendí de que fuera la una. No había visto correr el tiempo.
_ Sí, ahora voy, el tiempo se ha ido volando_ le digo con una sonrisa.
_ ¿Puedo acompañarte? _ me pregunta y mi sonrisa se ensancha. Su compañía es de las pocas que disfruto mucho.
_ Eso no lo tienes ni que preguntar_ dije cogiendo mi bolso y enganchando mi brazo con el suyo. En la cafetería cercana al hospital conversamos animadamente.
_ Dime Noa ¿qué te tiene tan distraída últimamente? _ me pregunta.
_ ¿Recuerdas al hombre que me trajo a su hijo cuando trabajaba en Madrid? Un hombre alto, apuesto, con un pequeño de pelo rubio_ ella lo meditó un segundo y luego asintió con la cabeza.
_ Sí, el niño era muy amable y cariñoso y el padre estaba para comérselo. Mmmmm que rico debía saber_ no pude evitar reírme, aunque una pizca de celos asaltó mi corazón. Saber que todas las mujeres caían rendidas a los pies de Enrique no me facilitaba nada las cosas.
_ Ya, ese mismo. ¿Recuerdas además que nosotros tuvimos una relación, la cual finalizó al yo volver a vivir en Londres? _ ella asintió. Junto a Erika y Flora, Silvia había sido una de las cuales me brindó su apoyo tras nuestra separación, aunque nunca le dije que amaba a Enrique_ Verás… está viviendo en mi casa junto a su hijo_ Silvia abrió mucho los ojos, no se esperaba algo así.
_ ¿Está aquí… en Londres y vive contigo? _ me preguntó asombrada.
_ Exactamente, y no solo eso, al parecer también quiere retomar nuestra historia donde la dejamos hace seis años_ su cara era todo un poema. Abría y cerraba la boca como un pez, era muy graciosa.
Mientras le daba un sorbo al batido de chocolate y un mordisco a mi pizza, esperaba su respuesta. Al fin logro pronunciar palabra.
_ Esto es una locura y una sorpresa maravillosa_ me dijo.
_ No le veo lo de sorpresa maravillosa, sino recuerdas, sufrí mucho tras nuestra ruptura. No estoy dispuesta a volver a aventurarme en una nueva relación. De todas formas, hace tiempo que decidí seguir con mi vida y olvidar mis sentimientos hacia él_ le dije. Era todo cierto, no obstante, me estaba resultando más duro de lo esperado.
_ ¿Tú crees poder olvidarlo viviendo en la misma casa? _ su pregunta tiene sentido, lanzando un suspiro continué.
_ Lo de vivir en mi casa es temporal, solo hasta que encuentren una para ellos_ le explico. “Aunque, no parecen tener muchas intenciones de buscar una casa propia”. Por supuesto omito este pensamiento.
ESTÁS LEYENDO
UN AMOR ETERNO~ LIBRO II
RomanceNohelia Villaverde, una reconocida psicóloga, ha decidido vivir en Madrid con el sueño de lograr una vida por si misma a través de su esfuerzo y decisión. Aquí conoce a un abogado llamado Enrique Beiquer que busca ayuda profesional para su hijo, qui...