Narra jules:
Le dije que si a Jaden, por fin somos novios oficiales, aún así, no estaba del todo feliz. ¿Que me aseguraba que no íbamos a hacernos daño?
¿Por qué tenía tanto miedo?
Fácilmente pude haberme negado a su propuesta, nunca haber ido a su departamento. Lo amaba demasiado, ese era el problema.
-hola- saluda alguien en la sala, al voltear veo a angus sentado en mi sillón.
-hola...¿Que haces aquí?, Jaden me dijo que fuiste al gimnasio.
-no es del todo mentira, vine aquí cuando termine. Quiero hablar contigo.
Confundida asentí y me senté en el sillón individual, este jugo con sus manos unos minutos, luego volteo a verme para hacer un mueca. Conocía esa señal, estaba nervioso.
-jaden me contó lo que pasó en su cita. El no quiso suponer que tú. Jules te conozco, la última vez que te conectaste fue antes de ayer a las once de la noche, señal de que quieres estar sola, tal vez asimilando cosas como las que viste ese noche- juega un momento más con sus manos, suelta un suspiro- se que lo sabes jules, esa fue la razón por la que fuiste a ver a Jaden hoy y por la que desapareciste esos dos días.
Me quede en silencio unos segundos, odiaba que alguien como Angus me conocieras tan bien. No quería hablar del tema, si para mí es difícil lidiar con ese tipo de información, no me imagino cómo el se siente ahora, tener en ese estado a su otra mitad no es nada bueno.
-lo se, vi su credencial en su auto.- el asiente agachando la cabeza- lo siento tanto- sentí mis ojos aguarde. Otra vez lloraría.
Me levanté de mi asiente y fui a sentarme a su lado, pase mi brazo derecho por su espalda y lo atraje hacia a mi, este dejó su cabeza en mi pecho y me abrazó con sus brazos. Sentí como sollozaba pero no me moleste en calmarlo, necesitaba sacar todo ese dolor que tenía acumulado, mi Angus estaba sufriendo.
[…]
-¿Estás mejor?- pregunté dejando el té sobre la mesa frente a el, solo asiente para darle un trago con cuidado a su bebida caliente.
-¿Que opinas de todo esto?- pregunta con curiosidad, dejé mi taza a un lado para mirarlo. No podía mentirle a el.
-no tengo mucho que opinar angus, es algo que- suspire- es algo que no me esperaba, no supe cómo reaccionar solo lo abracé.
-¿Piensas decirle que lo sabes?
-no, quiero que el me lo diga- confesé con seguridad.
-se sentirá mal si sabe que no tuvo el valor para decirte.
-eso no es lo que me importa- levanté los hombros- no sé como sentirme, tengo muchas preguntas y no sé si serán respondidas. Estoy asustada, frustrada, preocupada, triste, feliz y enojada. ¿Cómo se siente todo eso sin explotar?
El sin tener una respuesta levanta los hombros, suspiré para beber un poco de mi té.
-estoy feliz, Jaden y yo somos novios pero duele saber que de todas formas el...
-no lo digas jules- súplica mirando hacia otro lado.
-lo siento- solté arrepentida- sabes que soy muy futurista, pienso demasiado rápido las cosas, esto es diferente. No se cómo reaccionare, como pasaré los días, semanas, meses, años.
No sé en qué momento el se levantó y me abrazó, mi respiración estaba agitada y sentí como mis lágrimas mojaban mis manos de lo rápido que bajan por mis mejillas, mis manos temblaban. No pude sentir lo cuan desesperada me sentía, hasta que el me abrazo.
-tranquila- susurra- se que estas asustada yo también lo estaba, estoy- confirma- estoy demasiado asustado. Todo saldrá bien.
Mi teléfono interrumpió mi momento para poder calmarme, Angus se alejo para pasármelo sosteniendo mis manos que aún temblaban. Era Jaden.
-hola- intenté que mi voz no sonará tan cortada, no quería que el supiera que estuve llorando.
-hola- se escuchaba feliz- se que nos vimos hace solo unos minutos pero ¿Sabes dónde está Angus?
-esta conmigo, pasó a visitarme después del gimnasio- mire a Angus.
-ouh, está bien. Dile que mamá y papá quieren que regrese.
-claro.
-nos vemos mañana.
-adios- sonreí para colgar.
Mire a Angus le sonreí para abrazarlo y dejar mi cabeza en su hombro.
-gracias- susurré- y lo lamento.
-no tienes por qué jules, gracias a ti- ambos reimos un poco para alejarnos.
-tus padres quieren que vayas a casa- informe, el asiente recogiendo sus cosas para que ambos vayamos a la puerta, nos dimos un último abrazo y el subió a el auto negro que ahora veo en mi vereda- adiós.
-adios.
-te quiero, idiota.
-tambien te quiero, lunática.
Sonreí para cerrar la puerta, mi casa quedó en completo silencio, caminé hacia la sala y me senté en el sillón grande. No tenía animos de ver televisión o de poner algo para llenar el inmenso silencio. Aveces es bueno tener un momento para ti, no escuchando música o haciendo alguna actividad, es bueno que reine el más alto silencio, podíamos pensar con claridad.
-hola- susurra alguien detrás de mí, salte en mi lugar.
-¡ashley!- grite- no puedes asustar así a las personas.
-claro que puedo- levanta los hombros- hoy asusté a dos niños, dos abuelitas y a Enrique el de la heladería. Me dio un helado por lograr asustarlo- señala su boca cubierta de helado de frutilla.
-pareces una loca con ese aspecto- la señale, estaba toda despeinado y le faltaba un zapato- ¿Dónde está tu zapato?
-mm- baja su mirada a su pie descalzo- creo que lo perdí, no importa- sonreí para correr hacia arriba con toda una energía.
Negué con la cabeza para tirarme en el sillón, cerré con fuerza los ojos al escuchar a mi madre gritar indicaciones.
-jules, levántate de ese sillón tenemos que preparar la cena- golpea mis piernas para ir hacia la cocina a dejar las comprar-¡Ashley, más te vale que estés en la ducha niña, y espera a que llegue tu padre para saber lo que le hiciste a la señora grey!
-ella se lo busco, me quiso agarrar mis mejillas- grita mi hermana.
-¡no puedes usar timbre electrónico con las personas mayores, casi la mandas para el otro lado a la pobre señora!
-¡Ya era hora de que se vaya!
Rei para ir hacia la cocina y sacar las cosas de las bolsas, mi tío marck le regaló en su cumpleaños un timbre que si lo tocabas te enviaba electricidad a tu cuerpo. Lo probó dos veces conmigo y créanme, esa señora tiene suerte de estar todavía con nosotros.
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fragmentos de amor
Teen FictionSEGUNDA TEMPORADA DE THE LAST GAME. Prometo amarte y respetarte hasta que mis huesos se desgasten, mi corazón deje de latir y mis labios ya no puedan sentirte. Dejaré que sientas cada fragmento de amor a mi lado, lo prometo amor mío, jamás dejaré de...