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(Capítulo final)

Eran exactamente las siete de la mañana. Yo me encontraba guardando mis cosas y las de Jaden para poder ir al juego, dentro de unos minutos tendríamos que estar en el campo con nuestros respectivos equipos.

-¿Has visto mi sudadera del equipo?- pregunta mi futuro esposo, entró a gran velocidad a la habitación buscando por todos lados- la última vez la deje aquí- apunta el borde de la cama.

-la guarde en tu bolso, ¿costaste tus pastillas como te pedí?

-si, muchas gracias- besa mi mejilla.

-no te olvides de usar gorra y de hidratarte mucho. No quiero que sufras del algún golpe de calor o mueras desidratado...

Asiente abrazandome, susurro un te amo y bajo con su bolso en su hombro. Guarde unas últimas cosas y corrí hacia la sala donde Jaden me esperaba, al llegar pude ver como sostenía mis llaves con burla.

-me toca conducir- mueve las llaves.

-bien- suspire- pero pasemos por alguna cafetería, muero de hambre.

[...]

Tardamos unos cinco minutos en poder entrar al estadio por completo, a Jaden le pedían muchas fotos y el como el hermoso ser humano que es, nose negó. Nos besamos por última vez desenandonos suerte muetuamente.
A diferencia de hace una semana, mi equipo ahora estaba con gran tranquilidad vistiendo los uniformes, saludé a todos y me fui a un baño apartado para cambiarme.
La gente estaba enloquecida, gritaron mucho más cuando los lobos de Atlanta entraron a la cancha, eso desánimo un poco al equipo. No del todo, toda la comunidad de Filadelfia- o al menos la gran mayoría de nuestro barrio- grito a más no poder nuestros nombres.

-ahora, demosle un gran aplauso a Jaden henderson.

Aplaudí con todas mis fuerzas, Jaden entró saludando hacia las tribunas con una hermosa sonrisa. Dijo algunas palabra de aliento hacia los dos equipos, deseo suerte y se retiró para sentarse en el banco donde los técnicos de su equipo se encontraba.
El partido inicio demasiado igualado para mi gusto, no íbamos con tanta diferencia. Estaba nerviosa, sentía demasiada presión.

-jules, ¿Puedes dar una distracion?- pregunta Andrés- solo quedan tres jugadas, podemos dar la distracion. No es un juego muy estratégico, lo sé- asiente con frustracion- pero servirá para confundirlos. Jules inicia la distracion, Fred tú sigue a jules. Los demás intenten hacer una revercida con los pases para que lleguen con mucha más rapidez. Confío en ustedes chicos, a las tres...

-uno, dos y tres. ¡Osos!

Volvimos a la cancha. Acomode mi gorra y toque mi nariz iniciando la distracion, tire mi cuerpo hacia atrás y tire la pelota directo al gua te de Fred.

-¡straik uno!

Repetí la acción, esta vez el la golpeó. Jack corrió hacia la pelota, fue cuando todo se desmoronó, ha Ia cambiado la jugada...

-¡Jack!- grita desde afuera Andrés.

Quise cerrar los ojos para esperar lo peor, sin embargo los mantuve abierto, justo a tiempo para ver como Jack se tiro de cabeza al suelo para agarrar la pelota sin está haber tocado el suelo, dejando a el chico afuera sin haber terminado de pasar por las bases.

-¡Estás fuera!

Teníamos un punto a mi favor, solo un punto. Estábamos a dos jugadores de ganar, solo dos.
El otro equipo logro empatar nos, los nervios flotaban en el aire, dejando a todo el estadio en silencio. Mi brazo dolía de tantos tiros, sacudí un poco mi mano intentando que está deje de doler, apreté el puño. Dolía demasiado.

fragmentos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora