fragmentos de amor

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Narra Jaden:

Salí del hospital después de la quimio, el cuerpo me dolía un poco, pero nada que mis pastillas no puedan calmar. Partía en mi auto rumbo a casa, estaba en un semáforo cuando mi teléfono sonó. Era jules, aproveche a sacarlo de mi bolsillo.

-Amor...

-h-hola, ¿Estás ocupado?- sabia que algo andaba mal, ella hablaba demasiado rápido y no se oía bien.

-no estoy ocupado, ¿Ocurre algo?, ¿Estás bien?- pregunté preocupado, faltaban solo quince minutos para que me pusiera en marcha.

-¿Puedes pasar por mi?

-jules, estás preocupándome- partir hacia la derecha una vez que el semáforo dio en verde, iba directo a su casa.

-no quiero decirte por teléfono, te necesito Jaden- sollozó.

-voy para haya

Colgué y acelere un poco para llegar más rápido.

[...]

La vi salir de su casa corriendo con su mochila en su hombro y su teléfono en su mano, se subió rápido y me pidió que nos vayamos rápido, sin decir nada hice exactamente lo que ella me pidió. Unas cuántas cuadras lejos de su casa ya la veía más tranquila.

-¿Estás mejor?- la mire unos segundos y volví mi vista a la calle.

-si, gracias- se apoya en la ventanilla y suspira.

-¿Dónde quieres ir?- pose mi mano libre sobre su muslo dándole un leve apretón. Quería que supiera que estoy para ella.

-donde sea, no quiero estar en mi casa- contesto, usaba palabras cortas y claras. Algo andaba muy mal.

-de acuerdo

Conduje hasta un puestos de hamburguesa para comprar dos de estas y dos refrescos, al entrar al auto ella no volteo a verme y no sintió el olor de la comida, algo muy extraño de ella, amaba las hamburguesas. Estaba muy mal.

-¿Tienes hambre?- extendí la hamburguesa, ella sonríe un poco y coloca la bolsa en su regazo largando otro suspiro.- ¿Vas a decirme que ocurre?- insistí preocupado. Mi jules, a la cual le gustaba demasiado comer, ahora estaba mirando hacia la ventana sin siquiera ver su hamburguesa- Te oías muy mal.

Ella miró unos segundos sus manos para luego mirarme, sus ojos estaban cristalizados y se notaba que había estado llorando; estaba palia y debajo de sus hermosos ojitos tenía unas bolsas rojas.

-puedes decirme lo juls-agarre sus manos que ligeramente temblaban.

-alex fue a mi casa, mis padres lo recibieron de muy buena manera, me obligaron a estar en la sala con ese sujeto para hablar. - agachó su cabeza, vi como se le cayeron un par de lágrimas partiendome el corazón.- el empezó a hacer tantas preguntas que no pude responder, dijo cosas que no entendi. Intento acercarse a mi, me recordó lo que era estar con su sola presencia. Tenía miedo, estaba sola con el sujeto que me atormento casi un año entero, no podía seguir estando en mi casa con el en ella. Te llamé cuando tuve la oportunidad de salir de ese lugar.

Luego de que ella termino de narrar ese horrible comento que ese odioso humano la hizo pasar no hice más que abrazarla, estaba molestó, si. No podía creer que allá ido a su casa luego de nuestra charla.

-lamento que tuvieras que pasar eso- intenté acercarme más a ella para besar su frente- hiciste bien en llamarme.

-no quiero volver a casa.

-puedes quedarte conmigo en el hotel todo lo que quieras, sabes que eres bienvenida siempre. Ni se te ocurra decir que molestaras, no lo harás.

Ella sonríe para posar la bolsa a un lado de ella, desabrocho su cinturón de seguridad y se pasó a mí asiento sentándose sobre mi para abrazarme por completo, sonreí besando su hombro sintiendo como escondía su rostro en mi cuello, no me molestó que mojara mi hombro con sus lágrimas, este momento era especial al igual que ella.

-jaden- llama, despegue su rostro de mi cuello y me mira, no pude evitar mis ganas de besarla, ella era mi adicción. Bese sus labios abrazándola, ella ríe un poco y se aleja para mirarme y empujar mi pecho contra el asiento evitando que pueda seguir besándola.- enserio quiero hablar contigo.

-esta bien- suspire- ¿De qué quieres hablar?

-¿Tu me contarías cualquier cosa que te pasará no?

Sin pensarlo asentí, no entendía muy bien a qué quería llegar con su pregunta pero quería que sepa que confiaba plenamente en ella.

-¿Enserio lo harías?

-claro que si- sonreí pasando un cabello rebelde detrás de su oreja.

-¿Aún si supieras que eso me lastimaría?

-no entiendo a qué quieres llegar jules, me estás confundiendo.

Ella solo asiente para agarrar mis manos, las suyas estaban a una temperatura adecuadamente acogedoras, mientras las mías estaban sumamente frías. Sentí un cosquilleo cuando sus manos tocaron las mías, era una sensación tan hermosa.

-toda secreto tiene un precio, no son gratis- habla mirándome, sostuve su mirado confundido y me aleje de ella, solté una risa pequeña sin entender a qué quería llegar.

-te amo, eso no es un secreto- acaricie sus mejillas intentando atraerla a mi pero se alejo, bajo la mirada y solloro.- no llores amor, ¿Que ocurre?

-lo se, jaden- susurra- se lo que está pasando contigo. Lo vi esa noche, quería que me lo dijeras tu pero no lo hiciste.

-no se a que te refieres jules.

Ella ríe sin gracia para bajar del auto, cerré mis ojos un momento y salí del auto para perseguirla, no podía creer que alla sido tan descuidado con algo así, sabía que eso podía lastimarla y no cuide que lo supiera de esa forma. Ella lo sabía.

-jules, por favor detente- hablé fuerte para que lograra escucharme- hablemos bien, déjame explicarte.

Para en seco para darse vuelta, camina unos pasos y se para frente a mí.

-no necesito que me expliques cómo funciona tu enfermedad- responde con brusquedad- lo se- habla ahora más tranquila- ¿Por qué no me lo dijiste?

-tenia miedo de perderte de nuevo, apenas habíamos arreglado las cosas y no quería arruinarlo con esto. Te amo y quiera decírtelo pero no encontraba el momento ni las palabras. -ella suspira- era algo muy complicado, demasiado. No me odies, por favor, grita me si quieres, golpea me, insulta me. No me importa.

-tambien te amo- se acerca mas- te amo más que a nada en este jodido mundo y no te odio, me dolió que no me lo dijeras pero no quiero reclamarte nada ahora. Perdería tiempo valioso y cada segundo cuenta estando contigo- sin más me besa.- te amo Jaden henderson, prometo estar contigo siempre.

-eres perfecta- sonreí para besarla una vez más.

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Les presento a Hércules

Es mi perrito que me permitieron tener después de una larga charla

Le puse así por qué yo amo las historias griegas y por qué Hércules es mi película favorita.

Tiene dos meses y es de raza pequeña.