Capítulo IV: Imaginaciones e ilusiones.

47 4 12
                                    

IV.

*****************************

Ambos caminando hacia una puerta azul, estaban recién salidos del Mundo de la Estación de Metro de Ashfield. Ninguno de los dos se había dado cuenta que ese hombre del abrigo azul y cabello largo los estaba persiguiendo, los estaba apuntando con un arma para completar su tarea del ritual, eran sus dos últimas víctimas. Una herida Eileen con el brazo izquierdo enyesado y otras partes del cuerpo también heridas, con yeso y hasta moretones morados, fue la primera en darse cuenta que alguien estaba detrás de ellos.

Cuando Henry estaba al abrir esa puerta para cruzar a otra posible escalera de caracol, Eileen estaba viendo hacia atrás aquel asesino siguiéndolos. A lo que hizo que Henry pudiera darse cuenta de la situación que ella estaba asustada.

- Henry... ¡Es él! - la voz de ella se escuchó como un gemido entrecortado y suave, su miedo se había empoderado y no podía gritar.

Henry al voltear para verla, la vio paralizada mirando hacia el otro lado por donde venían antes, y Henry también lo vió. Tenía que actuar rápido desde entonces, tomó a Eileen de la mano y abrió la puerta para salir de ese lugar, para poder escapar del asesino.

- ¡Rápido, vámonos!... - exclamaba muy exigente y atemorizado Henry.

En ese momento se escuchó un disparo, Eileen sintió que le cayó a ella en su cabeza, a Henry igual no está seguro si a él o a ella.

*******************************

Eileen despertó abriendo los ojos de golpe asustada jadeando pesadamente igual su respiración se estaba dificultando para que sea normal. Con unos minutos que trataba de calmarse se volvió a adaptar que estaba en la realidad, con el tiempo que se tomó pudo poco a poco dejarlo pasar.

En ese momento se escuchó que la puerta de su habitación se abriera lentamente, a lo que la hizo asustarse un poco, en lo que la puerta quedó entre abierta, no había nadie, era obvio, al otro lado de la puerta estaba oscuro, no vio algo extraño como una figura de alguien ahí de lo que ella se estaba imaginando con su propio miedo. Sintió que algo se subió a su cama con un salto, la hizo sacar un brinco del susto. Era su gato Pelusa, que había saltado en la cama, parece que quería un poco de atención por parte de su ama.

Eileen se sintió más que relajada que nada malo pasará. Solo eran sueños. Sueños de los sucesos que pasaron, y están en el pasado. Su mascota pudo al menos hacerle compañía en circunstancias como esas en las que Eileen necesitará al menos consolación. El animal se acercó a ella pidiendo una acaricia, y le acarició su cabeza, a lo que hizo que el animal empezará a ronronear y se acuesta a lado de ella. Eileen siguió acariciándolo y el animal seguía también ronroneando. Unos cuantos minutos pasaron solo para que está volviera a quedarse dormida otra vez con la esperanza de no volver a tener una pesadilla.

***************************

Se despertó lentamente con los primeros rayos del sol que salían. Abrió los ojos, y miró a su alrededor que empezaba a iluminarse con los rayos del sol entrando en su ventana. Se sintió relajada y agradecida que empezó por fin una mañana tranquila sin una de esas pesadillas, vió a su gato también ya despierto y estirándose, al verlo se le dibujó una sonrisa en los labios. Se frotó los ojos para quitarse la costra de sueño e irse a alistar para trabajar, era un día que tenía un compromiso que hacer. Se levantó de la cama para irse a tomar un baño pero antes de eso, su alarma comenzó a sonar, acto seguido la apaga. Tomó un suspiro tranquilizante. Tomó su toalla de baño para darse el baño matutino de siempre, nunca faltaría. Su baño duro entre 15 a 20 minutos, enjuagarse su cabello hasta se afeitó las axilas y piernas, ya que notó que esos pequeños pelos estaban creciendo, jamás le gustó tenerlos ahí en esas partes de su cuerpo.

Silent Hill 4 - Terrores Nocturnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora