Pregunta 2: ¿Cómo actuar?

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 "Cuando los ojos ven lo que jamás vieron,

 el corazón siente lo que jamás sintió"


PREGUNTA 2

Cuando el ser humano se encuentra con algo que no entiende, que ignora, inmediatamente lo compara con lo más cercano a su experiencia para resolver el dilema.

Como había dicho Ron, Snape era humano al fin y al cabo. Y a él la señorita Granger le comenzó a producir cierto deja vu: una hija de muggles, una Gryffindor y una gran hechicera. Aunque no era como aquel deja vu, Granger era decidida y dura, de mirada más firme que compasiva, el ceño más arrugado que de sonrisa cándida.

-Señorita Granger... -Snape no levantó la vista cuando la llamó, la muchacha se puso de pie en su mesa del desayuno y lo observó con una limpia firmeza.- ¿Le quedó alguna duda de la última clase de Pociones?

Granger hizo una mueca extraña con los labios y rodó los ojos por la habitación como si buscara una respuesta.

-Ya la resolví, profesor. -dijo sin más y se quedó observándolo con la postura relajada y confusa de alguien que espera que la otra persona se marche.

-¿Sigue pensando que los libros pueden enseñarle más que un profesor? ¿O teme desnudar su ignorancia frente a los demás y por eso se esconde tras ellos antes que preguntar? -sin que lo hubiese planeado, así salieron las palabras del jefe de Slytherin. Hermione arrugó el entrecejo y se cruzó de brazos mientras le sostenía la mirada.

La aspereza en sus ojos denotaba que si bien tenía ánimos de discusión, prefería dar por concluída la charla. Snape asintió con un movimiento de cabeza y continuó su camino a la mesa de los profesores.

-Parece que Snape te tiene entre ceja y ceja este año. Debe extrañar a Harry... -bromeó Ginny comiendo un par de salchichas asadas desde su asiento, Hermione tomó lugar a su lado y dejó escapar el aire en una especie de carcajada contenida, la hermana de Ron la observó de reojo- ¿Qué?

-Nada... -dijo sin más la joven bruja mientras volvía a ocultar su sonrisa en un trago a su jugo de naranja. Utilizó toda su fuerza de voluntad para no mirar a la mesa de profesores. ¿Acaso Snape había demostrado cierta "atención" a ella? ¿La vio cuando iba a preguntarle algo la clase anterior y ahora se acercaba sin esperar que su alumna volviese a preguntar? Esto era digno de análisis ¿pero con quién iba a comentarlo? Ginny era la hermana de su novio.

Y no, no es que traicionara a Ron con esto. Era muy fácil de justificar: admiraba tanto a su profesor y le provocó cierta "ternura" que el finalmente fuese "bueno" que terminó confundiendo sus emociones y de esa amalgama surgió un enamoramiento adolescente. Confirmado por la Amortencia.

Hermione alzó sus ojos miel al techo del castillo, las nubes negras de aquel día de invierno despedían nieve hasta cierta altura. Su duda ya estaba resuelta, ahora debía resolver qué hacer al respecto.

Tenía sólo dos opciones: Ser racional y prudente, dejar pasar las emociones hasta que se calmaran o terminara las clases, o... correr como una heroína de telenovela a los pies de Snape y hacer un ridículo tal que la atormentaría hasta el último día de su existencia.

A priori no parecía una decisión difícil. Soltó un suspiro en la clase avanzada de Transformaciones mientras jugaba con su varita en el aire esperando la orden de la profesora. Tenía que actuar del modo más maduro posible.

Hubiese querido tener más tiempo para pensar en calma, pero la clase de Pociones fue la siguiente. Llegó tarde al salón, empujó la puerta con la espalda mientras entraba abrazando el enorme libro con los ingredientes y las recetas detalladas, sus compañeros se voltearon a verla pero sólo Cormack se acercó a ayudarla a abrir la puerta mientras le regalaba una sonrisa brillante y presuntuosa. Hermione respondió con otra de compromiso, Snape le restó diez puntos a Gryffindor, no había aclarado si por la llegada tardía de Granger o porque McLaggen se movió de su asiento.

IgnorantiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora