Pregunta 4: ¿Qué decir?

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"La palabra se ha dado al hombre

para que pueda disfrazar el pensamiento."

PREGUNTA 4

-¿Que qué me ocurre con Snape? -Hermione lanzó una risa fingida al aire, pero en voz baja para que su tercer compañera de cuarto siguiera durmiendo sin oírla.- ¿Tienes idea de lo ridículo que se oye eso? -la castaña caminó hasta su cama y comenzó a mudarse de ropa. Ginny la observó.

-Quizás se oiga tan ridículo como es... -la pelirroja tomó asiento en la cama de Hermione- ¿Por qué no confías en mí? Ya me habías ocultado que terminaste con Ron... ¿Fue por él?

-¿Por quién? -se exasperó la muchacha mientras se cubría con un camisón y se metía entre las sábanas.

-Por Snape, claro.

-¿Qué insinúas?

Ginny se sonrió viendo a su amiga con dulzura y se acercó a ella.

-Snape no... ¿Cómo puede gustarme? Es mucho mayor que yo, es mi profesor, es desagradable, es...

-Adivino cuántas veces te has repetido el mismo discurso en tu cabeza, Herms -la castaña paró su monólogo en seco- Pero no puedes negarme que te gusta. Es decir... -Ginny suspiró viendo al suelo- ... puedo ver cómo vuelves todas las noches de las mazmorras, decidí ignorarlo al principio, pero luego... las caminatas al bosque...

-Simplemente recogemos ingredientes, es todo -se quejó la chica con nerviosismo, Ginny volvió a mirarla.

-... las miradas que sostienen en clase, en el almuerzo, por los pasillos...

-¿Qué? Son miradas normales... -el corazón de Hermione se aceleró.

-No, son todo menos normales. -Hermione cayó rendida, se cubrió el rostro con una almohada y se dejó caer hacia atrás. Ginny sonrió de oreja a oreja y casi salta sobre ella, se movió para estar más cerca y buscó quitarle el almohadón para verle el rostro.- ¡Lo sabía, lo sabía! -contuvo la emoción para no gritar, se mordió los labios cuando el rostro enrojecido de Hermione apareció mirándola con una sonrisa que cruzaba todo su rostro y un brillo en los ojos que nunca le había notado.

-¿Crees que estoy loca, cierto? -Ginny no supo cómo aparentar que lo pensaba, fingió ingenuidad y Hermione volvió a cubrirse el rostro con la almohada, su voz se escuchó ahogada cuando continuó- Te juro que... no puedo evitarlo.

-Por dios... -a pesar de sus sospechas, la pelirroja no sabía qué hacer con la confirmación, se sentía entusiasmada y a la vez estupefacta.- Por dios... ¡Snape!

-¡Shh... calla!

-Lo siento, lo siento... -Ginny se dejó caer junto a Hermione, pero sin meterse bajo las sábanas, ambas miraron el techo con una sonrisa cuando al fin la castaña emergió de la almohada- ¿Desde cuándo?

-No lo sé, fue.... repentino.

-¿Cuándo te salvó en el bosque ya te gustaba? -Hermione volvió a enrojecer pero su amiga no la veía como para comprobarlo.

-Sí, bastante.

-Rayos...

-¿Qué se supone que haga?

-¿Crees que le gustes? -Ginny se giró para mirarla fijamente- Te ha dado puntos en clase: creo que le gustas. -ambas echaron a reír intentando reprimir los ruidos más sonoros.

-Por Merlín, Ginny. Tú deberías ser la voz de la razón.

-Tienes razón, tienes razón... -la pelirroja no podía dejar de sonreír, el descubrimiento era demasiado sorpresivo.- Por Merlín... ¿Le has dicho algo?

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