❝ 𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡 𝗜𝗜 ❞ ───, 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝖻𝗒𝖾𝗋𝗌.

CHAPTER III

𝗜 𝗡𝗘𝗘𝗗 𝗚𝗢 𝗕𝗔𝗖𝗞 𝗧𝗢 𝗛𝗔𝗪𝗞𝗜𝗡𝗦.
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—¿Estás diciendo que hay un nuevo portal? —Pregunté.

—No dije eso, solo dije que hay víctimas con el mismo patrón de muerte. Sullivan dijo que no hubo señal de lucha, "como si hubiera sido un fantasma". —Suspiró Owens.

—Creen que es Once. —Pregunté, pero fue más bien una aclaración.

Owens no dijo nada, todos estaban en silencio hasta Sylas no sabía qué decir o hacer y yo solo pensaba en una cosa; lo que sea que estuviera sucediendo allí debía volver y detenerlo.

—Muy bien, debes llevarme ahí. —Me levanté del sofá.

—¿Qué? —Sylas me miró extrañado.

—Owens, debes llevarme a Hawkins. —Está vez me dirigí solamente a Sam.

—Sabes que no puedo hacerlo, Mei. —Contestó Owens quién rascaba su barbilla con cierta desesperación.

—No te estoy preguntando, Sam. Tú dijiste que podía irme cuando quiera. —Respondí.

¿No puede? ¿Qué significaba eso? Hasta donde sé, él dijo que podía irme cuando quisiera por mi propia... Cuenta.
Hijo de puta.

—Sabes que no puedo irme porque no sé leer mapas, mucho menos orientarme. —Caí de espaldas sobre el sofá.

Podía sentir como mi mandíbula se tensaba y como mis manos comenzaban a temblar por la impotencia de no poder irme sin la ayuda de Sylas u Owens.

—Aparte de eso, ni siquiera te recuperaste de las secuelas. —Murmuró Sam.

—Me recuperé en un mes del disparo y al siguiente mes comencé a mejorar mi sistema físico, puedo respirar mejor que hace seis meses... —

—Pero todavía te duele el pecho y haz estado actuando extraño en clases... —Hizo una breve pausa. —Si, tu profesor de atletismo y la directora me lo dijeron. —

¿Acaso nadie sabía guardar un secreto?

—Y no hablo solo de eso. En el hipotético caso de que vayas a Hawkins ¿Qué harás? Creaste una ilusión constante que solo practicaste UN mes y casi te desvaneces. —Soltó una risita algo amargada. —Es como un juego de basketball, si dejas de practicar tu puntería todos los días durante ocho meses, cuando vuelvas a tomar la pelota para encestar no lo lograrás, al menos no a la primera. Por seis meses dejaste de usar tus poderes, no esperes saber manejarlos como la primera vez, Seven. La respuesta es no. —Fue todo lo que dijo.

Estaba haciendo lo imposible para calmarme, pero cuando se negó no pude evitarlo. Me levanté y fui hasta mi habitación pero cuando cerré la puerta un horrible estallido se escuchó en toda la casa; todas las cosas de vidrio habían explotado, incluyendo mis ventanas y la bombilla de mi lámpara.

—¡Mei! ¿Qué carajos haces? —

Sylas abrió la puerta casi de golpe, pero en bien puso un pie dentro de mi habitación salió disparado contra la pared, luego la puerta se volvió a cerrar y el pestillo se puso "solo".
Había tomado dos mechones de mi cabello y comencé a jalarlos mientras maldecía en ruso cada vez más y más fuerte, estaba recostada sobre la puerta, podía sentir como mi piel se erizaba por los sentimientos de enojo e inutilidad. 
Necesitaba ir.
Necesitaba ir o nuevamente todo se saldría de control.