31. Mentira y protección

534 83 13
                                    

Alterné mi mirada entre Eric y Yeri, es decir Eros y Harmonía. Sostuve mi cabello hacia atrás mientras un torrente de pensamientos y emociones me inundaban. Probablemente no pasaría mucho tiempo antes de que tuviera algún tipo de colapso. Todo esto se sentía como un deja vu.

Yeri trató de abrazarme, sin embargo, retrocedí con una mirada  incrédula. Por supuesto que quería a Yeri, era mi amiga después de todo, y también estaba feliz de verla, pero ahora mismo solo quería algunas respuestas.

—¿Qué...? tú... ustedes... quiero decir. —me tragué el nudo en la garganta— ¿Por qué, Yeri?

—Porque se lo pedí a mi madre. —dijo dándome mi espacio, le agradecí eso— Era lo mejor para protegerte.

Me pasé lengua por los dientes frontales mientras soltaba una risa amarga.

—Estoy impresionada la forma en que todos aquí disfrazan sus mentiras con protección.

—Jen, sé que estás herida por la muerte de Irene y, créeme, sé lo lo dolorosa que es su ausencia.—ella miró a su hermano y él se retiró dejándonos a solas— Solo no hagas conclusiones tan rápido.

—Eras la única amiga que creía haber hecho por cuenta propia.—mascullé después de unos segundos— En ese momento de mi vida en que pensé que no podía tener un poco del mundo normal... te acercaste a mí, en aquella horrorosa clase y con una amabilidad fuera de este mundo, y creí que la vida me estaba recompensando con tu amistad de alguna forma. Ahora sé que el Consejo  ha vuelto a jugar conmigo. Pensé que eras una tonta al tragarte mis mentiras sobre por qué desaparecía cada verano y ahora sé que la única tonta siempre fui yo.

—Puedes estar tan enojada conmigo como quieras, pero te estás equivocando. —dijo señalándome.

—¿Es así? Supongo que no te reías internamente por todas las estúpidas excusas que te di, supongo que no estabas feliz de ver a Irene, pero no poder hacer nada más que fingir no ser cercanas cuando yo estaba allí, supongo que no estabas enterada por el Consejo o por Irene sobre mi boda mucho antes de que yo te lo dijera. —me miró sin decir ni una palabra, para mí esa era su respuesta—Tu madre te dijo cómo tratar conmigo, ¿verdad? Ella te aconsejó cómo adentrarte en mi vida y formar una amistad conmigo, pero ¿para qué? ¿por qué no hablar con la verdad y en su lugar montarse todo ese teatro?

—¿Has terminado? —habló con una calma aterradora— Así no sucedieron las cosas Jennie. Esto.—dijo, señalándonos a las dos— Nuestra amistad no fue planeada por el Consejo, ni por mi madre, ni por mí. En esa clase me acerqué porque parecías agradable, pero había algo en tus ojos que me mostraban preocupación y tristeza, no eres una chica que pueda pasar desapercibida fácilmente, Jennie. Te juro que no eras más que una desconocida para mí ese día. Descubrí que eras parte del Consejo hasta el día en que me "presentaste" a Jisoo y a mi madre en aquella cafetería, que fue cuando les pedí que fingieran no conocerme.

Me quedé paralizada en mi lugar. Eso significaba que ella no me había mentido, no del todo. No en la parte de ser mi amiga. Yeri extendió sus brazos invitándome a darle un abrazo  y aunque dudé al principio, después de unos segundos cedí. Lloré en su hombro y ni siquiera sabía por qué. Bueno, tal vez porque su perfume me recordaba tanto a Irene.

—Lo siento. —susurré en su cuello— Por lo de hace unos momentos, mis emociones están tan desordenadas ahora mismo y no reaccioné de la mejor manera.

—No eres tú quien debe sentirlo.—dijo, alejándose de mí y colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja— Fui yo quien no dijo la verdad, lo siento por eso.

Limpié mis mejillas con la manga de mi blusa.

—Perdonada. —sonreí— Pero por favor quiero escuchar la historia completa de cómo terminamos en esta situación.

GODDESS RETURN | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora