Al final me quedo a dormir en casa de James y decidimos ver algunas películas; vale, la saga entera de Harry Potter. Mick no pudo quedarse, aunque él sea el fanático más obsesivo, sus deberes con su hermanita son más importantes.
La distribución de la casa de James tiene exactamente los mismos ambientes que la mía, al igual que todas las del barrio, pero son muy diferentes, en especial porque él tiene dos hermanas y viven con sus dos padres; ocupan todo. Son una de esas familias perfectas de anuncio televisivo, nunca nada está fuera de lugar.
Vamos por la tercera película cuando escucho que su respiración se vuelve más lenta, ese sutil sonido que parece más un ronroneo que un ronquido, tan sutil que solo viéndolo te aseguras de que efectivamente se ha quedado dormido.
No soporta nada, ¡ni siquiera Harry Potter! ¿Eso debería ser suficiente para odiarlo?
Le bajo el volumen para no despertarlo y me dedico a contemplarlo en la oscuridad a medias.
La luz de la pantalla hace sombras bajo sus pestañas. ¡Tremendas pestañas! Me apuesto una mano a que deben equivaler a la mitad de su masa corporal, la otra mitad equivale a las pecas bajo sus ojos, claro, si pudiéramos pesarlas. También conozco de memoria el tono exacto de su piel aceitunada, el lunar que tiene detrás de la oreja y la diminuta cicatriz en su cuello. Soy consciente de que no es bueno para mi salud mental almacenar este tipo de información y mucho menos tachar un palito mental por haber ganado el juego de recordar la posición de sus pecas.
He visto muchas veces dormir a James, suele caer dormido cuando toca la almohada, pero esta vez decido ir más lejos, no puedo resistirme y le acaricio la cara suavemente, ¡por fin! Lo hago muy rápido, aunque sé que no es capaz de despertar ni con un tornado encima o una manada de rinocerontes armando fiesta sobre su cabeza.
Me alejo y giro. «Piensa en algo más, piensa en algo más». En la película Hermione le da un puñetazo a Draco. ¿Qué pasaría si voy más allá? James no sería capaz de atizarme un puñetazo, probablemente me creería si le digo que le estaba sacando una pelusa.
Hundo la cara en la almohada, ¿por qué no se me dará mejor esto de superarlo? Claro, y a la primera que puedo, ¡zas! Le acaricio mientras duerme.
Resumen: soy idiota perdido con cero capacidad de control.
Resumen del resumen: ¡Supéralo! Él no te quiere.
No puedo dormir.
Pienso en escribirle a Bash porque me ha dado su número de celular, no quiero hacerme un lío de esto, pero ¿por qué me lo daría si no es para escribirle?
Busco el pedazo de papel, sé que lo he puesto en algún lado, busco en los bolsillos de mi polera y por el suelo, entonces recuerdo que lo tenía en el impermeable que dejé en casa. Ugh.
Atravieso con sigilo la habitación hasta las gradas, el cuarto peldaño es el que cruje así que me salto al siguiente. La casa está a oscuras, solo iluminada por la tenue luz cálida de la calle, abro la puerta con discreción y salgo al exterior cruzando la calle que separa nuestras casas.
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Colgando del universo
Novela JuvenilQue a Will le guste su mejor amigo puede ser un problema, incluso más terrible es que él ahora tenga novia, pero todo esto es solo el comienzo de un gran lío. ¿Vale la pena sacrificar una amistad por un enamoramiento? ¿Qué tan bullicioso es el silen...